Microsoft ha respondido a los rumores que apuntaban a que su nuevo sistema operativo eliminaba la posibilidad de arrancar los equipos con otros sistemas operativos. La compañía ha explicado que la polémica opción de arranque UEFI (Unified Extensible Firmware Interface) se puede activar o no en función de los deseos de los fabricantes de equipos y de los usuarios. La compañía termina con la polémica sobre si se podría ejecutar Linux en Windows 8.
Las relaciones de Microsoft con Linux no son buenas y la última polémica aparecía esta misma semana. En la Red aparecían rumores que hablaban de un sistema de arranque en Windows 8 que impediría que el equipo pudiese ejecutar cualquier otro sistema operativo. Desarrolladores y usuarios expusieron sus críticas sobre la posibilidad de que Microsoft no permitiese la ejecución de otros sistemas, y la compañía ha respondido.
Microsoft ha querido terminar con la polémica explicando en profundidad el verdadero funcionamiento de UEFI. Los de Redmond comentan en el blog oficial Building Windows 8 que UEFI es un sistema de protección incorporado en su nuevo sistema operativo. Dicho sistema se ejecuta al encender el equipo y evita que pueda haber intrusiones antes de que el SO haya arrancado por completo.
La utilización de UEFI impediría arrancar otro sistema operativo. Normalmente, los usuarios que quieren instalar un segundo sistema en su ordenador, realizan la operación de forma que cuando el equipo arranque permita escoger entre los sistemas. Con UEFI esa posibilidad queda descartada, y esa es la polémica.
Desde Microsoft confirman que el sistema funciona de esta manera y que tiene como objetivo mantener la seguridad de los equipos incluso en un momento en el que son vulnerables, en el arranque. La compañía asegura que ese es su objetivo y en ningún caso se pretende evitar o prohibir la instalación de otros sistemas.
De hecho, desde Microsoft confirman que la utilización de UEFI no es una imposición y que los fabricantes de los equipos y los usuarios pueden decidir si utilizarlo o no. De esta forma, se puede desactivar la función, perder su seguridad pero mantener las opciones de utilización de otros sistemas.
"Microsoft apoya que los fabricantes de equipos tengan flexibilidad para decidir quién administra los certificados de seguridad y cómo permiten a los clientes importar y gestionar los certificados y la gestión de arranque seguro. Creemos que es importante apoyar esta flexibilidad para los fabricantes de equipos originales y permitir a nuestros clientes decidir cómo quieren gestionar sus sistemas", comentan los de Redmond.
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