Cada vez que la red social más poblada del mundo introduce novedades en el servicio, complica la forma en que sus abonados deben gestionar la privacidad y subleva a una parte de sus miembros. El pasado jueves Facebook presentó los cambios en la conferencia de desarrolladores F8. Además de la nueva página cronológica o la remodelación de su plataforma Open Graph para creación de aplicaciones (API), el fundador Mark Zuckerberg mostró la barra de información instantánea (Ticker, en inglés; Titulares o Teletipos en español), una especie de Twitter al estilo Facebook.
El jefe de la red social aseguró que esta nueva funcionalidad solo muestra la información que se comparte con los amigos, pero en tiempo real. Es decir, se trata de una nueva versión de las actualizaciones ya existentes en el servicio, que ahora aparece a la derecha de la pantalla en el menú inicio, justo encima de la aplicación del chat.
En realidad, cuando se activa por primera vez esta barra de información instantánea, el muro vuelve a ser público, aunque antes el usuario lo tuviese configurado de forma más restrictiva, para sus amigos. La información (comentarios, fotografías, localizaciones...) es accesible para todos. Y, claro está, viceversa.
Abonados que vieron ayer con desagrado los cambios, colgaron en sus perfiles este mensaje: "Clicad sobre mi nombre, esperad a que cargue mi perfil e id a la casilla �suscrito�. Quitad la autorización en �comentarios y me gusta�. Prefiero que mis comentarios en los muros de mis amigos no sean públicos". O sea, hay que pedir a todo el círculo de amistades que desactiven esta función. Además de esta solución casera, que circula en distintas versiones, lo más directo es reconfigurar la privacidad en la actualización de estado (en el muro junto a la casilla �¿Qué está pasando?) y desactivar la opción �Público� si aparece por defecto.
Ticker, cuya supuesta virtud es duplicar la información que ya aparece en el muro del abonado, tampoco se puede eliminar, según el servicio de ayuda de Facebook. De momento la única posibilidad es reducir su tamaño, agrandando el espacio destinado al chat. En el blog Gadwoman, por ejemplo, aconsejan utilizar los bloqueadores de ventanas emergentes de los navegadores, que varían en función de cada programa, para fumigar Ticker. Y en la bitácora de la empresa de seguridad Sophos recomiendan "dejar de utilizar la opción de dar acceso a �amigos de amigos�", la que está causando los mayores problemas. No es la única queja. La nueva API también levanta ampollas, porque permitiría a otras aplicaciones publicar en el muro sin que el abonado intervenga. El experto en seguridad informática australiano Nik Cubrilovic, además, aseguraba el domingo que cerrar la sesión no resolvía el problema, porque Facebook sigue almacenando información de sus clientes a través de cookies,pequeños archivos que se guardan en el disco duro del ordenador acerca de la actividad del internauta. Estas cookies identificarían al usuario cuando acude a páginas donde se pueden compartir contenidos con Facebook y lo anunciarían en su muro aunque previamente hubiera cerrado la sesión.
La respuesta oficiosa de la red social apareció publicado en el blog de Cubrilovic. Gregg Stefancik, que se identificó como ingeniero de la compañía, aseguraba ayer que "las cookies de Facebook no se usan para espiar a los internautas. Simplemente no es su función. Las utilizamos para suministrar contenido personalizado, mejorar nuestro servicio o proteger a nuestros usuarios de hipotéticos ataques de denegación de servicio", entre otros.
En cualquier caso, Stefancik reconocía que "no hemos hecho bien nuestro trabajo si tenemos que explicar nuestras prácticas con las cookies".
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