La dura discusión que protagonizaron por Twitter el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y el ex presidente Carlos Mesa no sólo llamó la atención de los medios de comunicación, también provocó que el Gobierno ponga sus ojos en las redes sociales y la web 2.0.
Un poco después que en el resto del mundo, finalmente la era Twitter llegó a la política boliviana. A estas horas ya son cuatro ministerios los que tienen una cuenta en la red social de los 140 caracteres, mientras que la oposición domina -desde hace ya algún tiempo- en otro sitio web muy popular: Facebook.
Tres ministros, algunos viceministros, embajadores, parlamentarios y movimientos sociales, e incluso la empresa estratégica YPFB, difunden información y puntos de vista desde Twitter.
De todos, Llorenti es el que tiene mayor notoriedad, junto a los ministros de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, y de Medio Ambiente y Agua, Mabel Monje. Los dos últimos concedieron entrevistas a Ideas a través de esta red.
La oposición, por su lado, tiene a varios parlamentarios de Convergencia Nacional y el Movimiento Sin Miedo y al jefe de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, como sus principales referentes en las redes sociales.
Dos analistas señalan que el ingreso de autoridades a las redes abrirá espacios importantes para la crítica y para el intercambio de información con los usuarios. Advierten, sin embargo, la ausencia de una estrategia para utilizar y aprovechar adecuadamente Twitter o Facebook.
Apertura de cuentas
“Puede ser un espacio interesante para recibir y dar información, así como para conversar democráticamente”, afirmó el titular de Obras Públicas cuando fue consultado por los motivos que lo impulsaron a abrir una cuenta.
Mientras que la ministra Monje cree que su llegada a Twitter le servirá para tener “contacto directo con la gente”.
“Considero que quienes participan activamente en internet son personas que buscan la información desde diferentes puntos de vista y llegan a conclusiones muy diferentes de las que sólo recurren a la TV, radios o periódicos. Llegan a tener opiniones más abiertas, están más informados y al corriente de lo que pasa en el país y el mundo”, indicó la autoridad.
La valoración que tiene el Ejecutivo de las experiencias de los tres primeros ministros en Twitter es positiva. La viceministra de Políticas Comunicacionales, Leyla Medinaceli, también activa usuaria de la red social, señaló que se va a promover que otras autoridades abran cuentas.
“Hemos notado el nivel de interacción que ha logrado el ministro Sacha Llorenti, fundamentalmente después de su debate con Carlos Mesa. Twitter nos puede servir, como políticos y como Gobierno, para comunicar acciones de manera inmediata a una cantidad amplia de usuarios”.
El origen fue una pelea
El debate entre el ministro de Gobierno y el ex Presidente -ocurrido hace dos semanas- fue la primera polémica de dos figuras públicas bolivianas, a través de una red social. Pero una discusión de este tipo no es nada nuevo en el mundo, de hecho es bastante usual.
En aquella oportunidad, Mesa y Llorenti no se dijeron de todo, pero tampoco les faltó mucho. Se recordaron y cuestionaron por el pasado, objetaron los papeles que ahora juegan y defendieron sus posiciones respecto al proyecto gubernamental de una carretera que cruzará por el TIPNIS.
Además de motivar al Ejecutivo a incursionar con más fuerza en este tipo de medios, la muy difundida disputa, trascendió el nivel político y periodístico. En las dos últimas semanas, se percibió un considerable incremento en la apertura de cuentas en Twitter por parte de periodistas de medios “tradicionales”.
“Esta experiencia ‘twittera’ ha sido notable para mí y creo que para la comunidad de las redes sociales. Quedé verdaderamente impactado por la repercusión, las centenares de participaciones, opiniones, puntos de vista, críticas, apoyos, etc.”, escribió Carlos Mesa en su blog personal.
El ministro Llorenti, por su parte, celebró el intercambio democrático de ideas.
Otras experiencias
En sus primeras semanas como twitteros, Delgadillo y Monje -además de Llorenti-, no pudieron escapar de la coyuntura y afrontaron los cuestionamientos de varios usuarios de Twitter que se oponen a que una carretera pase por el Isiboro Sécure.
Es habitual, por ejemplo, que Llorenti use su cuenta para rechazar algunas interpelaciones y explicar su posición y la política del Gobierno.
Es así que en los últimos días, la autoridad negó -Twitter mediantelas versiones de una intervención policial a la marcha de indígenas de tierras bajas e insistió en la voluntad del Ejecutivo por dialogar.
“El diálogo no está en manos de una persona. Depende de la voluntad de los dirigentes de Yucumo y la CIDOB. Debemos evitar el enfrentamiento”, respondió Llorenti a una dura crítica que le hizo el cineasta Marcos Loayza.
Lo mismo sucede con Delgadillo, que se vale de su cuenta para criticar algunos enfoques de medios de comunicación y hace poco salió a desmentir a la Defensoría del Pueblo.
Monje, a su vez, reconoció que las críticas son parte de la experiencia que tienen que afrontar como autoridades, en el ámbito común y también en las redes sociales.
“He recibido comentarios muy interesantes sobre nuestro trabajo, críticas constructivas y preocupación sobre ciertos temas como los focos de calor en Santa Cruz, por ejemplo”, apuntó la ministra.
Por tratarse de figuras públicas, los tres ministros reciben varios mensajes y alusiones. A pesar de que los tres valoraron las observaciones que reciben y responden a los cuestionamientos, también existen usuarios que les envían mensajes malintencionados.
“Twitter nos sirve como un elemento de comunicación directa, para anunciar conferencias de prensa, emitir declaraciones públicas y, también, hacer algún desmentido”, sintetizó Medinaceli.
La futura irrupción
El balance de las experiencias es positivo y por eso el Ministerio de Comunicación alista un plan para que todos los despachos del gabinete tengan cuentas de Twitter, Facebook y canales de difusión en YouTube.
El objetivo es generar información gubernamental aprovechando que la web 2.0 ofrece espacios de difusión propios, más allá de los medios de comunicación.
La titular de Medio Ambiente y Agua anticipó a Ideas que presentará un proyecto sobre redes sociales ante el consejo de ministros.
“Planeo proponer un proyecto en gabinete que incluya a las redes sociales para informar directamente a nuestra gente y escucharlos. Esto también incluiría ampliar el acceso a internet como servicio básico”.
De hecho, Medinaceli informó que hasta fin de año se puede aprobar una disposición específica sobre el uso redes sociales en el Ejecutivo.
“Como parte de nuestra política comunicacional general, vamos a normar, por así decirlo, el uso de las redes sociales. Inicialmente cada ministerio tendrá cuentas en Twitter y Facebook y material en YouTube. Es una meta muy importante para mejorar la difusión de la información institucional”.
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