El estudio, elaborado por la firma de relaciones públicas y comunicación Burson-Marsteller, subraya que la calidad es más importante que la cantidad y que el impacto político de la red social Twitter hay que buscarlo en el número de contactos entre los líderes mundiales.
Es significativo que más de una cuarta parte de los gobernantes del mundo siguen @Obama, aunque el inquilino de la Casa Blanca sólo estableció un seguimiento personal hasta ahora de los primeros ministros de Noruega, Jens Stoltenberg, y Rusia, Dimitri Medvédev.
El mejor conectado es el presidente de la Unión Europea (UE), Herman van Rompuy (@euHvR), que cuenta con 11 contactos recíprocos con otros tantos líderes políticos mundiales, seguido de la primera ministra australiana (@JuliaGillard), con diez contactos, y la presidencia surcoreana (@BlueHouseKorea), el Gobierno británico (@Number10gov) y el primer ministro ruso (@MedvedevRussia), con nueve.
El estudio revela también que Twitter se utiliza a veces por parte de naciones pequeñas para “estar presentes” en la toma de decisiones a través de este foro, aunque con un dudoso éxito.
Por ejemplo, el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, sigue a otros 71 gobernantes, y el presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, y la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissesar, a 50, aunque en el caso de estos dos últimos nadie les devolvió “el favor” hasta la fecha.
El extremo contrario es el de los líderes que no siguen a nadie, como el presidente ruso, Vladimir Putin, el presidente ruandés, Paul Kagame y el primer ministro singapurés, Lee Hsien.
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