Desde alabanzas al régimen, fotos testimoniales o montajes con sentido crítico, todo vale en el ejercicio de la política ciudadana. Los aludidos generalmente son los mandatarios del país, pero nadie escapa a la gran Red.
Internet, blog, Facebook, Twitter, son las nomenclaturas que hacen al diario vivir en la sociedad postmoderna. Su influencia es tal, que en el mundo ningún político que se precie elude participar de estas plataformas de la nueva comunicación y ejemplo claro es la campaña electoral que llevó a Barack Obama a la Casa Blanca.
En Bolivia, la clase política apenas hace uso de las redes virtuales o los blogs, que sin embargo, se han convertido en herramientas para la difusión de criterios y el debate ideológico en la sociedad civil.
Las palabras del canciller David Choquehuanca en torno al fin de una era, tal como se “predice” para este 2012, no quedaron exentas de las redes sociales e inmediatamente se dieron ácidas críticas y burlescas opiniones ante el reemplazo de la Coca Cola por el fresco de mocochinchi.
Este detalle pone de manifiesto la importancia de estas redes en la opinión pública que tiene acceso a ellas. Criterios en defensa de la autoridad y ataques férreos, como sucedió con el tema de la papaliza y el viagra llenaron espacio en la red virtual.
Por otro lado, ha surgido en el último tiempo un sector de defensores del régimen del Movimiento Al Socialismo (MAS), quienes no contentos con la hegemonía de los medios estatales en su alcance nacional, ahora emprendieron la propaganda política del gobierno de Evo Morales a través del Facebook. Prueba manifiesta es el anuncio del proyecto del teleférico La Paz – El Alto con el cual se pretende relanzar el slogan “Bolivia cambia, Evo cumple”.
Los detractores también se han manifestado, cuestionando el proceso de licitación directa o el monto de una obra que en otras capitales cuesta la mitad, aunque claro está que la topografía y condiciones atmosféricas de la hoyada paceña son diferentes a las de otros países.
Una de las características de las redes sociales es que una persona se inscribe o registra páginas, así como amigos, de acuerdo a una afinidad particular o interés general. Sin embargo, ahora se pueden advertir duros debates, sin restricciones de criterios o adjetivos, entre quienes apoyan la administración de Evo Morales o los que cuestionan al régimen.
La política ha ingresado a las redes sociales y los líderes de opinión pasaron de los medios tradicionales a los foros virtuales. Es el caso de Humberto Vacaflor, Iván Arias, Raúl Prada, Mirko Orgaz y otros menos conocidos afines al Gobierno como Ricardo Bajo o autoridades como Pablo Groux quienes manejan grupos dedicados a llevar el debate político hacia Internet.
Entre los opositores, además de los legisladores Fabián Yaksic o Andrés Ortega, que utilizan esta plataforma regularmente, también se encuentra a dirigentes como Soledad Chapetón, Rafael Quispe o la feminista María Galindo cada uno con su posicionamiento ideológico.
Pero lo que hace atractivo al Facebook en su relación a la política son los debates entre los usuarios. Un tema de amplio bagaje en los últimos días es el anuncio del teleférico, por el cual se mueven los comentarios más curiosos, así como los más pensados.
“Buena estrategia para despistarnos del caso YPFB....”; “Es lindo ver que tu país progresa pero Bolivia no es solo La Paz, que quede claro, y no es racismo, ni envidia, es solo un poco de ecuanimidad, algo que nuestros gobernantes de turno parece que no la tienen”; “No importa de quién fue la idea, la cosa es ejecutarla, el resto solo tuvo ideas y jamás hicieron nada por La Paz”; “Solo es campaña para la próxima elección”. “El proyecto es de quien lo realiza, de quien lleva a cabo, los nostálgicos de Mac Lean, deben agradecer a que su idea se lleve a cabo. En elecciones gana el que hace obras y es creíble, ambas son condiciones esenciales para la confianza y el voto, si el Gobierno lo hace antes de las elecciones bravo. Gana La Paz. Ahora puede hacerlo y no servirle de nada si sigue gobernando excluyendo. Así de simple”.
Estas reflexiones se convierten por sí mismas en un punto a ser tomado en cuenta para los políticos, siendo un índice de medición con mayor credibilidad que cualquier estudio de mercado y es que este fenómeno de la politización en las redes sociales, permite ver al individuo, llámese votante para la clase política, tal cual es, con sus expresiones propias e identificable en espacio y tiempo.
Informe Especial: Iván Rodríguez Rada.
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