Son infaltables en nuestro día porque al leerlos nos permiten obtener la información al instante y al redactarlos, expresarnos con inmediatez; sin embargo, dudamos al escribirlos. Nos referimos a los términos tuit, tuitero/a, tuitear y retuitear.
Como señala la Ortografía de la lengua española, muchas voces de otras lenguas que se han incorporado al léxico del español han experimentado ciertas variaciones formales con el fin de adecuarse al sistema fonológico, ortográfico y morfológico propio de nuestra lengua.
Por lo general, la adaptación de los extranjerismos se realiza modificando la grafía originaria para adecuarla –según nuestras reglas– a la pronunciación de esas voces en español, que suele aproximarse a la que tienen en la lengua de origen.
Según la Ortografía de la lengua española, en la grafía adaptada, normalmente evitamos los grafemas del original que no tienen reflejo en la dicción española, pues nuestra lengua rechaza la duplicación de fonemas consonánticos que no tiene reflejo en la pronunciación.
Como señala la Fundéu BBVA, debemos precisar que Twitter, como nombre propio de la red social y marca registrada, mantendrá su forma original y será un neologismo crudo (no se adaptará a nuestras normas).
NOTA:
Aunque todavía no han sido reconocidos por la Real Academia Española, la Fundéu BBVA nos recomienda su uso al considerarlos extrajerismos adaptados. Esta última nos aconseja utilizar el término tuiteo para designar al ‘mensaje enviado’.
Sin embargo, de acuerdo con el uso y para evitar confusiones, nosotros optamos por el término tuit.
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