Un comentarista de radio bromea al aire: “Prefiero el infierno a ser hashtag en Twitter”, y tal vez no le falte razón. Para los mexicanos esta red social se convirtió en un polémico escenario de discusión, crítica y hasta de presión social para buscar resolver delitos olvidados por las autoridades.
Políticos, actores, cantantes, policías o periodistas forman parte de los temas más mencionados por los twiteros, y a veces con no poca fortuna.
Con la misma intensidad, en Twitter se discute sobre los abusos de un empresario contra el empleado de un estacionamiento, o se promueve campañas para localizar niñas extraviadas o reunir alimentos para comunidades indígenas víctimas de la sequía.
Una joven víctima de acoso sexual consiguió que las autoridades buscaran a su agresor, mientras que un candidato presidencial perdió algunos puntos en la preferencia electoral tras un polémico mensaje de su hija.
“Es un fenómeno de pocos habitantes, hablamos de unos dos millones de usuarios, pero en ese mundo se encuentran tomadores de decisiones y personas con influencia”, explica Mario Campos, politólogo y especialista en redes sociales de internet.
Según un estudio, los usuarios de Twitter en México muestran más interés en la política que el resto de los ciudadanos, e incluso mayor a quienes participan en otras redes sociales.
Es un elemento que se nota en la red social, pues algunos de los mensajes más mencionados se relacionan con acontecimientos políticos o sociales.
Recientemente, por ejemplo, el pre candidato presidencial Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, confundió a los autores de tres libros que, dijo, habían sido importantes en su vida. El caso despertó interés en las redes sociales no sólo por el error, sino porque una de sus hijas envió un mensaje ofensivo contra quienes criticaban a su padre.
Peña Nieto -quien según las encuestas es el candidato con más ventaja- pidió disculpas por el incidente. Pero la siguiente medición de Mitofsky reveló que había perdido algunos puntos en la preferencia de los votantes.
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