Cada vez son más numerosos los adeptos a esto: aquellos que apuestan por conocer gente afín o -aun más allá- ‘buscar pareja’ vía internet, señala la esperta en comunicación social y publicidad, Nardyn Pizarro
Convengamos, agrega, que para lo segundo es más frecuente el uso del ciberespacio en personas mayores de 50 años, sobre todos mujeres a quienes les es difícil encontrar pareja de las formas convencionales.
“Los más osados han apostado por romper esa barrera tecnológica, que representa este ambiente virtual y se han lanzado de lleno a la búsqueda de su media naranja. Hay los detractores y los defensores. Yo creo que hay que ‘vivir para contarla’. Particularmente tengo un par de amigas que han ido en búsqueda de la felicidad por esta vía, una la encontró –terminó en matrimonio- y la otra lo está disfrutando”, indica.
Peligro
El escritor Homero Carvalho considera que el mundo virtual connota tanto riesgo como en el universo real.
“Creo que las relaciones en la Web, al ser virtuales, poseen un mayor grado de apariencia que las relaciones en persona, cara a cara. En la red uno piensa con más detalle lo que va a opinar, lo que va a decir, las reacciones no son espontáneas y, por lo tanto, podemos crearnos una imagen ideal que no corresponde a la realidad. Ahora bien, son tan peligrosas como las otras, las que uno encara cada día, porque hay gente que finge ser algo y es otra cosa”.
Cautela y precaución
La terapeuta holística Patricia Daza, afirma que es difícil definir si esto es positivo a negativo. Lo cierto es que esta nueva manera de hacer las cosas no deja de ser tentadora, hasta para quienes no lo deben hacer.
“Pero no se puede negar que estos encuentros virtuales provocan a veces en nosotros cosquilleos en el estómago, nos ilu
sionamos, y podemos expresarnos de una manera abierta.
Compruébelo usted mismo. Es mucho más fácil expresar un sentimiento escribiéndolo que diciéndolo de frente, entonces ahí los tímidos son los más beneficiados. Al final de cuentas existen tantas buenas relaciones amorosas que no habrían podido ser sin la Internet, así como muy malas experiencias. Entonces se debe tener cautela y mucha precaución”.
Complejos de por medio
La sicóloga Ingrid Saavedra señala que muchos eligen el idilio cibernauta debido a la incapacidad que sienten de conectarse frente a frente con el otro: complejos de inferioridad, dificultad en las relaciones interpersonales, inseguridades, pero sobre todo el perenne deseo de huir de su realidad.
El botón de muestra
Ingrid cuenta el caso de una paciente suya, de 23 años, que revive una a una las palabras que le prodiga su cibernovio y vive conectada con esa realidad todo el día. Después del rompimiento con su novio de hace 4 años, pensaba que no lograría encontrar otra persona capaz de amarla y de valorar sus cualidades, pero lo halló en el ciberamigo.
La paciente, con sobrenombre Taty, ha construido una realidad ficticia sobre un sufrimiento que no elabora, y no se permite darse la oportunidad de superar su crisis afectiva. Piensa que como escuchó decir a algunas mujeres que encontraron su gran amor por Internet, su situación será la misma.
Taty lleva un mes de tratamiento sicológico, en el cual se niega a enfrentar su realidad y vivir de un modo coherente en su vida, presenta baja tolerancia al dolor y vive creando sueños en los cuales siempre es feliz.
Jugar al famoso cuento de hadas es lo más común por Internet: los amigos perfectos, la princesa amada, el príncipe galante y millonario. Además de frustraciones que se dejan ver por todos lados: la búsqueda de ‘amantes perfectos’ y vida sin compromisos reales.
Se puede falsear la realidad
La Internet es un medio de comunicación que nos ayuda a acortar distancia y tiempo, afirma la comunicadora social Rosario Justiniano. Pero, aconseja, se debe tener cuidado con personas desconocidas, “porque pueden falsear la realidad, adulterar su identidad y obtener información confidencial sobre nosotras o nuestra familia con fines oscuros”.
Conclusiones
Con los casos narrados en medio del incremento de las relaciones amorosas cibernáuticas, se llega a establecer que:
- Internet es una herramienta magnífica para muchas cosas en la vida, pero para relaciones de amor, de pareja, tiene un gran riesgo, es un arma de doble filo. Es como arrojar la moneda al aire y acertar en la apuesta.
- ¿Estás dispuesto o dispuesta a hacerte responsable por el lado de la moneda que te toque? Si es así, adelante, puedes ganar mucho, como puedes perder todo.
- Más allá de cualquier medio por el cual se inicie una amistad, o una pareja, lo importante es conocerse como persona.
Con el agitado mundo de las comunicaciones la gente está cada vez menos comunicada. Por ello, si la relación se inicia por la Internet, o se continua por ese medio, hay que ser prudentes y darle un toque de romanticismo a la etapa.
Muchas veces se arruinan relaciones porque se quiere saltar pasos. Hay que conocer bien a la persona que se tiene al otro lado, a fin de disfrutar de sus palabras ya sean escritas o habladas.
Un hecho que destaca la confianza
Luscienne Alesandra, que fue reportera y asistente de producción en un calal local de televisión, cuenta que conoció a su esposo Satish Motiram Makhija por facebook. Es como un cuento de hadas, pero de una realidad contundente.
Makhija es indú. Con una trayectoria de familias con divorcios, ella rezaba encontrar a un marido que crea en Dios sin importar la religión, y que sea un buen esposo. Refiere hoy que su pedido a Dios lo escribió en una carta, la guardó y que todo salió milagrosamente igual.
“Nosotros nos conocimos el 2008 y gracias a Dios, con la fe de ambos puesta en Él, es que fuimos novios casi 3 años, hasta casarnos el 16 de abril del 2011. Para finales de mayo esperamos la llegada de nuestro primer bebé que se llamará Krishna Héctor (Krishna que es Dios en la religión de mi esposo y Héctor en honor al jefe de los Topos de México).
Durante los casi tres años de relación a veces me deprimía mucho el no poder abrazarlo, salir con él y a veces me decían que él no iba a venir. Pero Satish tenía que terminar su contrato de trabajo en Jamaica, que duró hasta octubre del 2010. Luego volvió a India a renovar su pasaporte y a tramitar su visa para Argentina y allí poder obtener visa para Bolivia, lo que tomó un par de meses más. A mí algunos me decían que él no iba a venir y a él le decían que yo podía estar estafándolo y que hasta podría secuestrarlo. Sin embargo era de Dios que finalmente estemos juntos y ahora más enamorados que nunca. Yo lo amo y lo admiro mucho, él sabe que es mi héroe personal, y a la vez me siento muy amada y protegida. Sé que Dios no pudo darme un mejor esposo, nadie podría ser más perfecto y adecuado para mí que él.
Muy feliz puedo decir que los príncipes azules sí existen, aunque no siempre llegan en caballos blancos. El mío llegó en avión desde el otro lado del mundo”.
“Fue para pasar el tiempo... así lo entendí después”
“Soy cruceña. Mi apodo es Kika. No pongo mi nombre para evitar problemas de comentarios con mi entorno familiar y amistades. Hace como tres años conocí a un chico argentino, personalmente, que luego consiguió mi mail y nos hicimos amigos por el chat.
En resumen, chateamos meses y meses. Luego me fui de mochila al vecino país con una amiga y pasamos a visitarlo. Según yo, estaba absolutamente enamorada. Pero la realidad cambió. Comprendí que la verdad era otra cuando él vino a Santa Cruz a visitarme. Me dí cuenta de que las charlas eran para pasar el tiempo, para saber que alguien pensaba en mí. El amor por Internet es perfecto para las personas que cuentan con poco tiempo para invertir en una relación, o para las que no se animan a hablar de frente”.
“Historia con final feliz que conocí en un viaje”
“En uno de mis viajes de Chile a Bolivia -cuenta Patricia Daza-, me tocó sentarme a lado de una boliviana. Como el viaje es largo, nos pusimos a conversar. Me contó que vivía hace unos años al sur de Chile, con su esposo que es chileno al que conoció por Internet”. Por algún amigo en común que tenían en el facebook, él le envió un mensaje para ser su amigo, ella, por curiosidad lo aceptó. Después de un tiempo de conocerse y empezar a enamorarse por Internet, él vino a Bolivia a conocerla en persona. Se enamoraron más profundamente. Decidieron casarse. Ella, sin conocer Chile, ni la realidad de su enamorado, tomó sus maletas y emprendió el viaje a casarse con el hombre que amaba. Tiene una hijita maravillosa, y vive feliz.
“Si hay metas comunes, la unión es un éxito”
Dioselinda Roa comenta que las verdaderas relaciones se forjan cuando las personas conocen y coinciden en proyectos comunes como una familia o una razón de ser para los demás. Cuando los fines los unen en el camino por las metas a alcanzar, es buena la ayuda de los medios de comunicación. “Hace casi 8 años conocí a una persona aquí en Bolivia y quedamos en escribirnos por correo electrónico. Él vivía en Uruguay y yo en Bolivia. Hace 6 años que vivo en Uruguay junto a él. Con ganas de ser cada día mejores, nuestro proyecto en común fue abrir un centro cultural de Nueva Acrópolis en Montevideo. Como dijo el escritor del Principito, Antoine de Saint-Exupery: "Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección". A eso le agrego: y trabajar por ese fin”
“Un caso cuyo final no fue nada grato”
Daniela Daza, del centro Salud y Bienestar, relata el caso ocurrido en Santa Cruz, de una muchacha que pasaba todo el día sola en la casa. Tenía 16 años. Como sus padres se iban a trabajar, Elisa (nombre ficticio), pasaba las tardes en la Internet. Asi le aparece una invitación por facebook de un joven muy guapo. Ella lo aceptó. Todos los días chateaban, se contaban sus alegrías y sus tristezas. Este amigo se convirtió en un apoyo sentimental para ella, la consolaba cuando sus padres la castigaban, le daba su apoyo moral cuando ella sacaba malas notas, y así, esta relación fue creciendo día a día.
Hasta que un día llegó el momento tan esperado. Una tarde él llegó, le abrió la puerta, no era el joven bonito, sino una persona mayor. Varios días la visitó, hasta que la violó y nunca más volvió”.
HUGO Miranda
Consultor en temas web
“Es todo un fenómeno esto de los amores de lejos mediante la Internet. Eso se debe a que mediante este sistema cada uno muestra lo que quiere ser, no lo que es en realidad. De esa forma es que, procurando alcanzar ideales formados en materia de parejas, se forman cientos de relaciones a través de la cibernética que se tornan muy íntimas. Eso puede pasar o no en la vida real en una proporción del 50%, más o menos. Otros sienten que no es lo mismo comunicarse por Internet que hablar personalmente”
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