El gigante de las búsquedas ha lanzado una nueva actualización beta de su navegador, Google Chrome.
Si bien no paso mucho tiempo desde que la empresa lanzara la versión estable de Google Chrome 24, llega ahora esta nueva versión de prueba cargado con varias herramientas para desarrolladores, entre las que destaca Web Speech Api, que permitirá integrar el reconocimiento de voz en las aplicaciones web (algunas de las funciones que podrían potenciarse son el reconocimiento de voz a la hora de escribir textos o juegos multijugador). También se ha mejorado la gestión de las extensiones para evitar que terceras partes puedan instalarlas sin el consentimiento del usuario o se ha incorporado un recuadro de búsqueda a las nuevas pestañas que abrimos.
El cambio que más ha querido destacar la compañía en esta nueva versión beta es la inclusión de la API (plataforma para creación de aplicaciones) Web Speech. Esta plataforma permite a los desarrolladores integrar el reconocimiento de voz dentro de sus aplicaciones web, y puede resultar un paso adelante en la interacción del usuario con el navegador. Hay que recordar que hace un tiempo Google ya introdujo en Chrome compatibilidad para que los desarrolladores pudieran lanzar aplicaciones con reconocimiento gestual (a través de la webcam) sin necesidad de instalar ningún complemento.
Veremos el desarrollo de las aplicaciones para calibrar el alcance de esta mejora. Otro de los cambios que se han introducido y que llevaban sobrevolando un mes el navegador es la nueva página de pestaña. El cambio principal está en la inclusión de una barra de búsqueda cada vez que abrimos una nueva pestaña en el navegador, y que se sitúa por encima de los iconos de las principales herramientas de Google. El proveedor de búsqueda será aquel que hayamos habilitado por defecto. Otro de los puntos que se han tratado en esta versión 25 beta es la gestión de las extensiones dentro de Chrome.
Se acabaron las instalaciones silenciosas en este navegador. Hasta ahora, se podía instalar extensiones en Chrome automáticamente a través del registro de Windows (por ejemplo, cuando instalamos una aplicación en el sistema que tiene como complemento a su funcionalidad una extensión para Chrome). No obstante, esta característica ha sido utilizada por numerosos terceros para instalar extensiones en el navegador sin el consentimiento expreso del usuario. A partir de ahora siempre se deberán realizar dichas instalaciones a partir de la tienda de Chrome.
Este es un paso que sigue la estela de la política adoptada por Mozilla Firefox, que hace unos meses determinó que siempre se le preguntaría al usuario por cualquier instalación de complemento de terceros que se estuviera realizando. El resto de cambios se dirigen a mejorar aspectos del rendimiento del navegador y de su respuesta con HTML5 o WebGL, además de la corrección de algunos errores presentes en este programa que se convirtió el año pasado en el más utilizado de la red.
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