Las autoridades iraníes que supervisan internet muchas veces defienden su tarea como una lucha contra la "guerra suave" de Occidente para tratar de influir mediante la red, pero parece que su intento por cerrar el popular Gmail de Google, fue demasiado lejos.
Las quejas se acumularon -incluso de parte de legisladores que se quedaron sin correo electrónico- y ayer obligaron a las autoridades a redoblar su promesa de crear un universo paralelo en línea, con Teherán en el centro.
La fuerte reacción y las promesas no específicas para crear un internet que esté enfocado en Irán y que sea una alternativa a los poderes del Valle del Silicio y otros, pone de relieve las dos batallas que acontecen en la República Islámica con internet.
Ha incitado otra movilización tecnológica que se ajusta a la esmerada imagen que Irán se ha creado como el de un escaparate del mundo musulmán a la ciencia, que incluye colocar satélites en órbita, anunciar avances en investigación de clonación y células madre y enfrentarse a Occidente por su programa nuclear.
Pero también están las duras realidades de tratar de reinventar la red. La población iraní probablemente no adopte rápidamente los buscadores de internet nacionales.
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