La popularidad, el entretenimiento, la actualidad, y el chisme suelen ser los mejores anzuelos de las redes para mantener a sus usuarios en permanente actividad. La excesiva dedicación a estas páginas pueden derivar en trastornos como la adicción, que al igual que cualquier droga, las consecuencias repercuten en la familia, el trabajo y uno mismo.
La psicóloga y coordinadora de la Fundación Redes en Cochabamba, Míriam Rojas, detalla los factores, sus consecuencias y formas de tratar la adicción a las redes sociales.
ADICCIÓN
Al igual que las personas adictas a las drogas, no existe un diagnóstico que permita saber si un usuario de las redes sociales será adicto o no a este servicio. Sin embargo, existen elementos que permiten identificar esta enfermedad de manera oportuna.
Rojas señala que la dependencia de algo llega a desestabilizar emocionalmente a la persona y le provoca angustia, ansiedad y desesperación, se irrita cuando la interrumpen, o se enoja cuando la sacas para que cumpla con sus obligaciones. “En suma ya son varios indicadores que van dando pautas para saber si una persona es o no adicta”.
Las horas que uno le dedica a esta actividad puede dar algunas pautas “La persona que está acostumbrada a entrar a internet, por lo general, puede dedicarle una hora diaria al inicio, pero cuando es atrapado pierde el control y la noción del tiempo, entonces ése un indicador de riesgo”, explica.
Cuando la persona prefiere la máquina antes que conversar o realizar cualquier otra actividad, o cuando hace todo apresuradamente por acudir al internet, debe ser motivo de alerta.
La etapa más evolucionada de la adicción inicia cuando empieza a afectar las relaciones sociales; empiezan a descuidar sus responsabilidades en la casa, con sus hijos, o en su trabajo. “Delegar la responsabilidad a otras personas, descuidarlas o simplemente dejar de hacerlas, ya podemos hablar de una persona adicta”, añade.
A las personas adictas no les importa cuánto tiempo o dinero gasten, siempre justificarán el hecho como una inversión. “No importa el dinero, lo importante es que me actualicé”, “saqué muchos datos que me sirven”, “estar al día tiene su precio”, son algunas de las justificaciones a uno mismo.
La angustia reflejada en pensamientos desesperados como “Qué habrán comentado de mi foto, quiénes la estarán viendo, qué estará pasando, qué cosas más puedo publicar, de quién no vi sus actualizaciones” son parte de la enfermedad mental.
FACTORES
Existen factores de la personalidad que inciden en la adicción: la depresión, soledad y la falta de afecto en la niñez son algunos de estos factores. En los perfiles construidos en internet, las personas introvertidas o solitarias son reconocidas y valorizadas. “Al ingresar a las redes, todos pueden crear perfiles de personalidades con las que más seguros se sientan. Pueden ser un joven o un adulto, un hombre o una mujer, y pasar desapercibido por cualquiera”, expresa Rojas.
El afecto y la atención brindada durante la infancia es vital para prevenir estos peligros. La psicóloga advierte: “En nuestro país el fenómeno de la migración de padres que dejan a sus hijos, prácticamente abandonados, está provocando estos vacíos en la personalidad de niños y adolescentes”.
Para las personas que disfrutan que otras personas las admiren encontraron en las redes sociales la mejor herramienta para alimentar su ego; estas personas también son propensas a caer en la adicción. El número de amigos, respuestas a las publicaciones, número de visitas, posición en el ránking de los más visitados, etcétera, se muestran para ellos como indicadores de popularidad.
Rojas realiza una interpretación a partir del último caso denunciado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) donde una menor de 13 años fue seducida por un supuesto grupo estadounidense que le pidió fotos desnuda para ser una de sus bailarinas. “La menor cayó en el encantamiento de una máscara. Primero, el supuesto grupo famoso, y luego la de ser reconocida y popular”. La popularidad y la valorización son conceptos que están tomando fuerza en la red, pero a costa de muchos riesgos.
TRATAMIENTO
Si usted se identifica con alguna de las situaciones y no quiere perder el control, puede iniciar fijándose un objetivo o meta para participar en las redes sociales. ¿Deseo comunicarme con amigos que están lejos?, ¿Lo utilizaré para enviar y recibir mis mensajes?, ¿Deseo publicitar mis actividades o productos?. Posteriormente, reduzca gradualmente el número de páginas en las que participa hasta utilizar sólo la que más ventajas le brinda según su objetivo. Reduzca el tiempo que le dedica a su página social y empiece por las actividades orientadas a concretar su objetivo. Si le falta tiempo no se agobie, y si le sobró felicítese y dedíquele ese tiempo a su familia u otras actividades que abandonó.
TEST: ¿Cuán adicto eres?
1. ¿Con frecuencia se encuentra con que lleva más tiempo en las redes sociales del que tenía previsto?
Sí No
2. ¿Desatiende sus obligaciones en el hogar por pasar más tiempo navegando?
Sí No
3. ¿Con frecuencia establece relaciones amistosas con gente que sólo conoce por internet?
Sí No
4. ¿Personas de su entorno le recriminaron por pasar mucho tiempo en las redes sociales?
Sí No
5. ¿Sus estudios se ven perjudicados porque el internet le quita tiempo?
Sí No
6. ¿Su rendimiento en el trabajo se ve perjudicado por estar en las redes sociales?
Sí No
7. ¿Con frecuencia su primera actividad cuando entra a internet es revisar su cuenta en alguna página social?
Sí No
8. ¿Se vuelve precavido o reservado cuando alguien le pregunta el uso que le da al internet?
Sí No
9. ¿Se vuelve precavido o reservado cuando alguien le pregunta el tiempo que pasa en las redes sociales?
Sí No
10. ¿Cuando se siente agobiado por problemas se refugia conectándose a su página social ?
Sí No
11. ¿Teme que su vida en internet sea aburrida y vacía?
Sí No
12. ¿Con frecuencia se encuentra pensando en qué hará la próxima vez que se conecte?
Sí No
RESULTADO Si respondió afirmativamente (Sí) a 7 preguntas o más trate de seguir los consejos de autocontrol sugeridos, de lo contrario, busque ayuda profesional de un psicólogo. La Fundación Redes publica otros documentos de ayuda e información en su sitio web
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