La oposición política boliviana rechazó las acciones emprendidas por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, al cerrar un canal de televisión y bloquear las redes sociales, después de las marchas y los hechos violentos que dejaron tres muertos. El oficialismo, por su parte, aprobó una resolución en el Senado de apoyo al sucesor de Chávez y ve un intento de golpe a la democracia.
La cadena NTN24 salió del aire el jueves a las 18.00 después de dar amplia cobertura a los disturbios estudiantiles que culminaron con la reacción de grupos chavistas o colectivo Tupamarus y la muerte de tres jóvenes de ambos sectores. La decisión habría sido asumida por el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
En conferencia de prensa el canciller Elías Jaua responsabilizó a otras redes internacionales como CNN de “tergiversar la verdad” y “desinforma a la población”. Asimismo, se denunció las redes sociales también sufrieron represalías, como informó la BBC Mundo en su cuenta: “Twitter confirma bloqueo de imágenes en Venezuela”.
Las redes sociales fueron el único vehículo para la difusión de imágenes y videos sobre los hechos del día 12. Incluso se puede ver el momento inmediato al disparo que recibió Bassil Da Costa, pero no sólo estos sectores sufrieron ataques informáticos, sino también el partido oficialista fue hackeado.
La senadora de Convergencia Nacional (CN), María Elva Pinkert, calificó estas represalias y censura a la prensa como inaceptables, rechazando la resolución camaral aprobada por la mayoría oficialista.
La diputada Alejandra Prado (CN) también cuestionaba al Gobierno y el apoyo permanente a regímenes violentos como Irán o Siria donde los derechos humanos y libertades no serían respetadas.
“Ante nuestro mandatario también expresó su solidaridad y respaldo al presidente sirio Bashar al-Assad cuyas fuerzas represivas causaron la muerte de más de 40 mil civiles, mientras que la guerra civil ya dejó un saldo de 130 mil muertos a diciembre de 2013”, recordó la diputada.
Según El Mundo.ve, la situación de la prensa en ese país es cada vez más compleja, incluso con la renuncia de periodistas a medios copados por el Gobierno.
Cinco periodistas renunciaron en las últimas horas a Globovisón e incluso se habla de una dimisión masiva, tras la cobertura a la trágica jornada del 12 de febrero bajo un sesgo, según la nota, impuesto por los nuevos propietarios de la red.
Por su parte, el Senado aprobó una resolución para respaldar al Gobierno venezolano electo legítima y democráticamente, como informó el jefe de la bancada oficialista Julio Salazar.
“El Estado boliviano ratifica su firme respaldo y apoyo al gobierno democrático constitucionalmente elegido por los ciudadanos de la hermana República Bolivariana de Venezuela, alertando sobre los intentos de desestabilización por parte de sectores de oposición que atentan al orden institucional en el país hermano”, cita la nota.
“El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció conspiración e intento del golpe de Estado, por lo tanto, no podemos permitir que ocurra ese atentado a la democracia y especialmente a este proceso de cambio”, declaró Salazar.
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