Ana Lucía Gutiérrez habla de lo que está haciendo con entusiasmo y seguridad. Administra su propio blog, su tema es la moda y luego de un verdadero “trabajo de hormiguita” que le tomó horas, días y meses y del que apenas cosechó seguidores que no sumaban los dedos de las manos, ahora afirma orgullosa que capta un promedio de entre 1.000 y 3.000 ingresos por cada jornada.
Ella es cruceña, se formó en el colegio Americano y al poco tiempo de salir bachiller se fue a estudiar a Estados Unidos. Estuvo en Virginia y terminó la carrera universitaria como administradora de empresas.
“Ahí tuve la base para lo que quería hacer, dedicarme a los negocios, pero sabía que me faltaba algo, en realidad no era lo que buscaba”, comenta y relata cómo la llamó su vocación de toda la vida: la moda, pues el recuerdo que tiene de su más tierna infancia es el de plantear sus desacuerdos a la manera en cómo la vestía su abuela, porque ella “sabía cómo quería verse desde que era pequeña”.
Entonces decidió tomar una maestría sobre moda. Para obtener esta especialidad las posibilidades no son muchas, las carreras se encuentran en los centros mundiales de la moda y están en Nueva York, Londres y Milán y se decidió por la primera ciudad.
El resultado fue un año de intenso estudio para lograr la maestría de Mercadeo en Moda. Fue un año en el que experimentó la soledad y el frío newyorkinos, ya que descubrió que estos no eran solo un mito. Además, que para vivir en Manhatan tuvo que reducir sus espacios y sus comodidades, ya que la vida allá es altamente costosa. Sin embargo, todos los esfuerzos valieron la pena y la ilusión de cumplir con un sueño le dio todas las energías para adelantar materias y terminar un programa de dos años en uno.
Estudiar sobre moda en Nueva York parece ser lo más acertado, según la experiencia de Ana Lucía. “Se respira moda desde que uno despierta hasta que se duerme, en todas partes”, recuerda.
Entre las cosas que aprendió en el Parson the School of Desing, es que existen cientos de diseñadores talentosos y creativos que nunca nadie los conocerá ni sabrá de sus producciones, pues todo depende de que se lancen al mercado y al mundo de los consumidores. Para eso justamente ella estudió, para promover diseñadores y para hablar de las tendencias de cada temporada. La idea del blog nació cuando estaba a punto de terminar su maestría y regresar a Bolivia; y buscó una manera de continuar conectada y actualizada. Hizo el blog y lo llamó The big brown eyes (http://www.thebigbrowneyes.com), haciendo referencia a la mirada que parte desde sus ojos cafés.
Hace un año el sitio comenzó a funcionar oficialmente, aunque tuvo otro año piloto. Está en inglés y más del 90% de sus visitantes son de Estados Unidos y Australia. “Al iniciar este año me siento más segura de mi trabajo y uno de los pasos que daré es que el blog sea en español e inglés”, detalla.
Ana Lucía volvió a Santa Cruz y su plan es afianzar todos sus proyectos. Asegura que diez años afuera y lejos de su familia fueron suficientes, cree que hay mucho por hacer, que hay diseñadores y modelos de talento.
Es así que comenzó este 2013 trabajando con algunas empresas locales.
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