El gigante de las búsquedas en internet Google anunció a fines de junio la puesta en marcha de su servicio �Plus� (o �Google+�, según el idioma), que sería su tercer intento de construir una red social tras los fracasos de Buzz y Wave. Casi diez días después de insinuar los primeros cambios en su página principal, donde supuestamente se hospedará el nuevo servicio, hasta ahora ha habido más especulaciones que efectiva integración social.
Con una presentación en la que destacaba aspectos como seguridad, flexibilidad y comandos intuitivos -características justamente entre las más criticadas de Facebook, la red social con la que competirá naturalmente- el proyecto Plus fue explicado el 28 de junio a un pequeño grupo de periodistas y anunciado poco después en el blog oficial del grupo, aunque sin un evento concreto de lanzamiento para el público en general más allá de los tours expuestos en la propia página de Google.
Se dijo que antes de ser abierto masivamente cumpliría un primer período de pruebas durante el cual sólo invitados especiales podrían probar las funcionalidades. Después de la bombástica noticia han pasado diez días, lo que equivale a una eternidad en internet, y la expectativa -aumentada por esa misteriosa vida beta- es tal que algunos han decidido obtener provecho de la situación y han comenzado a vender �invitaciones� (Ver Enlaces relacionados).
Mientras millones de usuarios se dividen entre quienes comienzan a desanimarse ante tamaña espera y quienes alimentan entusiastas las ondas de rumores, una breve selección de comentarios de los pocos que ya �están adentro� permite vislumbrar un escenario de convivencia entre ambas redes.
Fin del monopolio
Más allá de las características puntuales de los servicios y de la algarabía provocada por la entrada de un gigante como Google al tablero monopolizado por Facebook, hecho que ha exacerbado la euforia de los críticos de Zuckerberg y compañía, es poco probable que veamos a la gigantesca red convertirse en fósil, al menos en lo inmediato.
La relativa ausencia de comentaristas a favor de Facebook en este momento de alto impacto de la noticia y de incertidumbre ante las puertas aún cerradas de Google no debe interpretarse como un inminente éxodo masivo de los actuales �facebookers� hacia la nueva plataforma.
Han circulado olas de rumores y hasta se ha señalado la desastrosa venta de MySpace, pionera en estas lides, como augurio de lo que enfrentará Facebook en breve. Sin embargo, es poco probable que una red se vacíe para llenarse automáticamente la otra.
Así como la coexistencia de Mac y Pc multiplica las opciones de los usuarios a la hora de elegir máquina y sistema para diversas utilidades, es muy probable que ambos gigantes pasen ahora a dividir de manera semejante el terreno cibersocial en círculos y profundidades según los diversos intereses específicos que cada grupo y perfil considere prioritario.
Por lo demás, la dinámica del negocio no parece indicar que una experiencia que hasta aquí ha sido pionera y ha marcado el camino vaya a extingurise ante la mera aparición de un nuevo proyecto. Ello no sería siquiera un síntoma muy saludable para la diversidad, justamente una de las banderas por las que tanto se batalla en las propias redes sociales y en las sociedades offline.
Las tabletas no significaron la desaparición del iPad y no será así tampoco con Facebook y Plus. Pero en caso de que haya una tendencia en esa dirección, antes será necesario cautivar a la gente real, aquella que en definitiva sostiene toda la estructura. Como consecuencia, saldrá beneficiada la mayoría de los usuarios. Nada más social que ello.
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