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Así, sin más, Facebook ha decidido cargarse un anuncio sólo porque no le ha gustado. En CNET le han dado un vistazo a las reglas de la red social y, al parecer, la decisión podría ampararse en que la empresa se rehusa a incluir publicidad que promueva productos o servicios de la competencia; así como aquellos que puedan afectar al negocio o a la relación con los usuarios. Facebook se ha molesto porque algún tipo —con o sin malicia— le ha colado un anuncio de la competencia en sus propias narices.
Hace tiempo que Facebook y Google no se llevan del todo bien. La empresa de Mark Zuckerberg ha llegado incluso a esparcir historias negativas sobre el buscador con tal de afectar su imagen (una artimaña que, por cierto, tuvo resultados contraproducentes). Si en su momento se efectuó esa campaña negra por la posibilidad de que Google sacara su red social, no me imagino el descontento que debe existir en Facebook ahora que tienen a Google+ como competidor directo.
Al usuario no debió parecerle muy bueno que Facebook le quitara el anuncio, pero también hay que admitir que se ha pasado un poco de listo. Me pregunto si Google también se pondría así de quisquilloso si alguien le hace lo mismo. En fin, por cierto, ¿alguien sabe dónde se consigue el teléfono de Michael Lee Johnson para que diseñe una campaña publicitaria?
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