Una joven agencia publicitaria de Nashville, en Estados Unidos, está preparando una cámara capaz de vincular las fotos publicadas por una persona en su perfil de Facebook con un sistema de reconocimiento o identificación facial, para que los dueños de los negocios que la usen puedan ofrecer a sus clientes descuentos y beneficios especiales.
“El Facebook check-in es un poderoso mecanismo para negocios que quieran otorgar descuentos a sus clientes fieles, pero pocos negocios -y pocos usuarios- se han dado cuenta todavía”, comentaron voceros de la agencia Redpepper en la presentación de la iniciativa.
Las cámaras que propone, bautizadas Facedeals en los prototipos, reconocen el rostro de una persona que entra y luego determinan su ubicación vía GPS. Simultáneamente, el teléfono celular de la persona en cuestión la notifica sobre las ofertas, establecidas sobre la base del historial de “me gusta” (botón “like”) de cada uno.
Previamente, la aplicación para realizar el check-in debe ser autorizada vía la cuenta personal de Facebook. De este modo, se le permitirá verificar las etiquetas en las fotos más recientes del usuario, para mapear la apariencia física de los clientes.
“Ofertas personalizadas se pueden enviar así al smartphone, en todas las locaciones que participen: todo lo que usted tiene que hacer es mostrar su cara”, promete Redpepper. Las cámaras son dispositivos desarrollados con tecnologías de código abierto, incluyendo Raspberry Pi, Arduino, OpenCV y el Facebook Graph API.
Se las puede configurar en forma remota y sólo requieren una toma de 110 voltios y una conexión wi-fi. Redpepper no tiene ningún vínculo con Facebook, de modo que el uso de los datos, su logo azul muy semejante y el nombre le podría traer complicaciones con la gigantesca red social.
Sin embargo, por el lado de los usuarios no hay mucho que temer: cada uno debe darle permiso e inscribirse para participar.
Y la iniciativa no deja de despertar polémicas. Michael Whitcomb, un usuario de Facebook, escribió en la página de la agencia publicitaria: “no creo que me guste el sistema de auto check-in de este dispositivo. Algunas veces uno simplemente quiere desaparecer e ir a algún lado sin que otros lo sepan”.
Otro usuario, Franco Scaramuzza, se hizo eco: “Iría un paso más allá y diría que no entraría en un bar o restaurante si veo esta cámara. Me recuerda a Minority Report. Ya es difícil mantenerse en privado en el mundo de las redes sociales, y simplemente me haría sentir incómodo ver el dispositivo”.
Mientras tanto, Facebook intenta mantener cierta discreción sobre sus iniciativas en materia de reconocimiento facial, potenciadas tras la compra de la start-up especializada Face.com el pasado junio.
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