Hace unos días surgió la polémica cuando Alasdair Allan y Pete Warden expusieron en una conferencia sobre el archivo "consolidated.db" dentro de los teléfonos iPhone donde se almacenaba la información sobre la ubicación del teléfono, datos que eran enviados a Apple con cierta regularidad. Dudas acerca de la invasión de la privacidad y el uso que se le podía dar a esta información, surgieron en los millones de usuarios de este teléfono.
DE CONOCIMIENTO. En realidad, la existencia de este archivo ya se conocía hace seis meses, pero sólo causó revuelo cuando Allan y Warden anunciaron la creación del software con el cual era posible visualizar los datos sobre un mapa. La aplicación iPhone Tracker muestra con puntos, los lugares desde donde se han realizado llamadas telefónicas usando el iPhone; mientras más frecuentes son las llamadas desde el mismo lugar, más grande es el punto. Este software es menos exacto de la información contenida en el dispositivo.
El archivo con extensión .db, almacena la ubicación del usuario en base a una triangulación de las antenas desde donde se conecta el teléfono, por lo tanto, los datos tienden a ser inexactos.
FINALIDAD. Desde Apple informaron que la finalidad del almacenamiento de estos datos no está relacionada con conocer la ubicación del usuario, sino tener un registro de las antenas usadas, su potencia, calidad de señal y ubicación, ya que uno de los objetivos de las telefónicas es obtener siempre la mejor calidad de señal, lo cual se lograría con esta "memoria" dentro del teléfono. Es decir, que el celular, luego de un tiempo, lograría conocer cuál es la mejor señal de la cual se tiene que conectar.
TEMORES. El archivo existe y tanto Apple como Google (los datos de localización también existen en los Android) niegan el uso comercial de esta información. Suponiendo que así fuera, los usuarios también tienen otros temores, relacionados por ejemplo a si son blanco de un robo y los datos puedan ser usados para otros fines.
Entre los escenarios imaginados por algunos usuarios, está el seguimiento de una empresa a sus empleados, pudiendo conocer en qué lugar han estado en una hora determinada. Lo paradójico del caso es que esta misma información es compartida por los usuarios en redes sociales de geolocalización, como Foursquare, Facebook Places o Google Hotspot.
Ante la polémica, Apple anunció que en la actualización del iOS, el archivo se borrará automáticamente cuando el usuario desactive el servicio de localización.
CELULARES
Los usuarios se quejaron porque no habían sido informados.
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