¿Ha disminuido tu productividad laboral debido a la necesidad imperiosa de entrar a Facebook a cada rato? ¿Te mantienes pendiente de todo lo que publican las otras personas sobre tus fotos y comentarios? Si no puedes vivir sin estar logueado, entonces seguramente estas sufriendo las consecuencias de una adicción al Facebook.
Vamos, no te sigas engañando. Si la respuesta fue afirmativa a alguna de esas preguntas, entonces es casi seguro que tengas el bicho de la llamada adicción Cyber-relacional. Si tienes instalado el impulso descarriado por entrar en la esfera privada de los demás, una buena cuota de exhibicionismo, y principalmente necesidad ególatra de llamar la atención y obtener respuesta a la información publicada, necesitas ayuda; sigue leyendo.
En los últimos años, este nuevo flagelo de la adicción a los medios sociales se ha apoderado de varios millones de personas y está plenamente reconocido por la psicólogos como uno de los trastornos que forman parte del cada vez más común desorden de adicción Internet.
Tal vez eres de los que ya has reconocido esta condición y te has planteado la posibilidad de suspender tu cuenta. Pero ¿para qué? Esta terminaría siendo una solución demasiado radical, porque finalmente, un adecuado uso de un medio social como Facebook tiene mucha utilidad para captar información relevante y recuperar y mantener relaciones. Y por otro lado, la posibilidad de cancelar la cuenta es además irreal ya que esta nunca se borra definitivamente: se reactiva con tan solo entrar de nuevo.
Si el dengue de la abstinencia se apodera de ti cuando has pasado varias horas sin loguearte, es mejor que te vayas desacostumbrando al Facebook. Como toda adicción, para salir adelante se requiere de una estrategia con acciones concretas que te harán rehabilitarte poco a poco. Neil Vidyarthi recomienda en el portal Social Times cinco consejos para "desengancharse" de Facebook. Yo le he agregado uno más a esta lista. Estos son:
1. Desactivar las notificaciones por email
Al impedir que Facebook nos avise cada vez que alguien nos haya mencionado o etiquetado en una foto, evitaremos la tentación de entrar en momentos de trabajo y a cada rato a la red social. Mejor es no saber qué está pasando en Facebook hasta que entras al llegar a casa. Deshagamos nuestras suscripciones a grupos que son realmente innecesarios. Otro punto a favor es que nuestra bandeja de correo no estará tan cargada y nos va a ser más fácil encontrar los correos buscados.
2. Borrar el muro
Esto si puede ser extremadamente radical para la mayoría de viciosos. Las opciones de privacidad de Facebook permiten al usuario impedir que el contenido de su muro sea visto por otras personas. De todos modos puedes estar en contacto con tus amigos vía inbox.
3. Instalar un plugin de limitación de tiempo
Chrome Nanny, es un plugin del navegador Google Chrome que permite al usuario limitar el tiempo de conexión a Facebook u otros websites a las horas o minutos que éste especifique previamente. Tal vez una hora al día sea suficiente.
4. Usar grupos privados de Facebook con los amigos y la familia
Esta medida es lo mínimo que deberíamos hacer para no desarrollar o controlar una adicción. Creando grupos privados podemos discriminar la información que es realmente significativa de todo. Pero hay que tener verdadera determinación para mantenerse fiel a esta política.
5. Borrar a algunos "amigos"
Aceptémoslo, con la mayoría de nuestros contactos no tenemos una verdadera relación o sencillamente son meros desconocidos. Yo no encuentro problema en deshacer conexiones innecesarias para depurar la inmensa cantidad de información que trae Facebook.
6. Desconectarse del chat. De este modo nadie nos va a hablar y distraer. Además, Facebook aún no logra hacerlo funcionar bien. Es frustrante cuando se le desactiva a una de las partes en plena conversación.
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