Tiene sus trucos. La red social profesional LinkedIn puede convertirse en una herramienta importante cuando se buscan oportunidades laborales. David Ramírez de "i-network" recomienda algunas cosas que hay que tener en cuenta cuando se está armando el perfil.
Mantener un perfil bajo. Actualizar el perfil cada dos días puede parecer una gran estrategia de marketing personal, sin embargo, se corre el riesgo de resultar molesto para los contactos. La solución: ir a control de privacidad y en “seleccionar quién puede ver mis actualizaciones”, poner que “solo usted”. Esto garantizará al currículum, un factor sorpresa.
Las influencias online. Pedir a los contactos que se conecten con uno, solo por sus principales atributos. Un alto número de contactos con las mismas similitudes de perfil, influenciará positivamente el número de visitas al perfil. Hay que tener la valentía de eliminar los contactos que no son centrales en el rubro.
Consistencia. Volver a usar el contenido que ya se tiene en el perfil, amplificará el mensaje de que es muy consistente. Comunicar diferentes formas del mismo contenido ayudará a reforzar sus mensajes.
Invitaciones. Ignorar la advertencia de LinkedIn de aceptar solo las invitaciones de la gente que se conoce, pues la misma ayuda a permanecer exclusivo, pero no permite que otras personas lo encuentren.
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