Camila, tiene 14 años y en los últimos días vivió una pesadilla a raíz de las amenazas de un hombre que conoció por internet y poco a poco se fue haciendo su amigo. Desde hace unos días empezó a extorsionarla con unas fotografías suyas a cambio de sexo. El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Alejandro Pozo, denomina a esta nueva forma de extorsión como sextorsión.
Según la explicación de Pozo, todo empezó a raíz de fotos sensuales que la adolescente subió a su muro en Facebook. “Estas son las tomas que permiten al agresor identificar a sus víctimas”.
El agresor fácilmente ganó la confianza de Camila y poco a poco empezó a persuadirla para tomarse fotos más comprometedoras, a lo que con engaños la menor accedió.
En cuanto el agresor acumuló la cantidad de imágenes que consideró suficientes, utilizó este material para pedirle sexo o dinero a cambio de no difundirlas por la web a sus amigos y familiares.
La adolescente se sintió abrumada y cuando ya no podía más contó a sus padres lo que le estaba sucediendo, ambos presentaron la denuncia a la FELCV.
LAS CAUSAS Respecto a este y varios casos que se denunciaron en la FELCV, Pozo precisó que hubieron al menos tres consideraciones que se obviaron y expusieron a la menor a esta situación.
La primera, publicar fotos en situaciones eróticas, sensuales o comprometedoras. Estas imágenes se constituyen en un “anzuelo” no solo para extorsionadores sino también para violadores o personas que se dedican a la trata y tráfico de personas.
La segunda es haber agregado a personas desconocidas, solo por tener popularidad o más “Me gustas” en sus publicaciones. Y tercero, que los padres de familia no revisen periódicamente la información que su hija compartía en las redes sociales o por su celular. “No se trata de violar la privacidad sino prevenir que algo malo les suceda a sus hijos”, acotó.
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