Muchos usuarios de varias redes sociales y otros servicios on line se encontraron con que las páginas estaban caídas. No funcionaba Instagram, ni Vine, ni Netflix, ni Airbnb, entre otros. ¿Una coincidencia? No: la culpa de esta caída masiva habría que echársela a Amazon, cuyos servidores sufrieron varios problemas al no ser capaces de hacer frente a todo el tráfico.
Y es que todas estas páginas tienen en común que sus servidores son parte de la red basada en la nube de Amazon, cuyo centro de datos en Virginia, según se supo algo más tarde, no fue capaz de atender con rapidez a toda la demanda de datos que llegaba desde las distintas webs.
Amazon está teniendo bastantes problemas últimamente con sus servicios web y estos no afectan solo a sus clientes: hace menos de una semana, las tiendas on line de Amazon en Estados Unidos estuvieron caídas durante media hora
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