No es de extrañar que la reacción inmediata cuando se descarga Snapchat por primera vez sea: “¡No entiendo nada!”
Y es que sí, es una red social que realmente opera de manera distinta a las demás: corta con la idea de la permanencia, con el concepto del favorito o del “me gusta” y con el medidor de popularidad que se ve reflejado en el número de seguidores. Nadie sabe cuántos ven tus publicaciones y nadie sabe a quiénes sigues, excepto tú.
En Snapchat los videos y fotos publicadas solo ponen en evidencia a sus usuarios durante 24 horas. Pasado un día, lo que se haya subido desaparece del historial y los mensajes que se envían por chat se autodestruyen tan pronto son leídos por quien los recibe.
Sin importar la edad que tengas, no es fácil entender Snapchat en un principio.
La aplicación fue creada en 2011 por Evan Spiegel, quien en aquel entonces tenía 21 años de edad.
En un principio, cuando poco a poco se empezó a escuchar el nombre de la aplicación, se le asociaba con el sexting (el intercambio de fotos íntimas y comprometedoras).
Cinco años después de su creación su uso ha cambiado bastante y ya no son solo los llamados millenials (quienes tienen entre 18 y 34 años) quienes muestran interés por esta aplicación.
A través de fotos y videos se comparten las actividades diarias de cada quien de una forma divertida, casi como un reality show en el que cada capítulo no dura más de 10 segundos.
Aproximadamente hay 110 millones de usuarios activos al día, de los cuales el 86 por ciento son menores de 35 años, según reportaba en diciembre de 2015 el organismo regulador de los mercados estadounidenses.
La forma en la que se comparten fotos en Snapchat resulta mucho más espontánea y relajada. El aspecto estético no es primordial, como por el contrario sí suele serlo en Instagram o en Facebook.
En Snapchat está permitido mostrar nuestra peor cara, nuestras torpezas y defectos que generalmente suelen ser maquillados en otras redes sociales.
Aunque Facebook e Instagram aún son las redes sociales favoritas en distintos rangos de edad, es tanto el flujo de información que se comparte en Snapchat que la app también empieza a despertar la curiosidad de los más adultos.
Más allá de que a principio se posicionó en el mercado como la aplicación favorita de los millennials, Snapchat es en realidad para todos.
Para concluir, la aplicación da tres ventajas: la privacidad del usuario, las imágenes y videos se autodestruyen después de 24 horas, no requiere una interacción entre personas.
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