Los niños pasan las 24 horas en el celular, en el Facebook, en el WhatsApp y otras redes sociales. Están conectados en la escuela, en las calles y en la casa, frente a sus profesores y a sus papás quienes están desconcertados ante este hecho y no saben qué hacer, concluye Eduardo Rojas, responsable de la Fundación REDES, una organización dedicada a la prevención sobre violencia digital.
“Todos los profesores, sin excepción, se quejan. Dicen que los celulares quitan la atención en el aula”, dice Rojas.
Los papás entregan a sus hijos los mejores celulares sin advertirles los riesgos y las ventajas sobre su uso, dice la psicóloga clínica y docente en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) Patricia Pessoe, quien afirma que hoy las tabletas y los celulares reemplazaron al clásico televisor que mantiene quieto y entretenido al niño.
Los maestros prefieren desentenderse del tema porque los escolares hacen mejor uso comercial del celular. Y en la familia es más fácil comprarle un móvil con crédito al hijo que dar tiempo y amor, polemiza Rojas.
En tanto, el asesor pedagógico de la Federación de Maestros Urbanos de Cochabamba, Vladimir Mendoza, afirma que las redes sociales no son malas por sí mismas, si no que se ha creado un estigma relacionando al Facebook con lo perjudicial, lo negativo y lo adictivo, pero sucede que “lamentablemente los profesores no están aprovechando esta herramienta que les da la tecnología”.
Afirma que algunos maestros hacen intentos aislados por incorporar el WhatsApp o el Facebook en el aula, pero que la idea era plantear al Ministerio de Educación que implemente como medio pedagógico, sin embargo esa oportunidad se ha perdido en el Congreso Nacional de Maestros Urbanos.
Admite que predomina el entretenimiento, lo vacío, lo superficial y los juegos en Facebook.
EN LA ESCUELA
La Fundación REDES ha ingresado a las escuelas y colegios de Cochabamba para capacitar a los profesores urbanos y rurales en prevención de violencia digital. Tras pasar un tiempo con ellos asegura que lo que falla es la ausencia de reglas para el uso de esta tecnología en colegios y también en la casa y que ahora, debido al teléfono móvil y las facilidades de la conectividad (wi-fi, paquetes de megas con descuento y otros) los niños están conectados todo el tiempo y una prueba de ello es que nadie apaga el celular.
La escritora de literatura infantil y jefa de Carrera de Psicología de la UMSS, Rosalba Guzmán, considera que la ola de la tecnología pone a los profesores y a los padres de familia frente a un gran reto: saber aprovechar ese avance del siglo XXI en beneficio propio, es decir, los profesores deben subirse al tren tecnológico y empezar a hablar el lenguaje digital, “es una obligación de los maestros”.
El docente y exjefe de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica San Pablo Marcelo Guardia asegura que “las redes no son ni buenas ni malas, sino que el problema está en el uso que hacen tanto los adultos como los niños”.
Incluso señala que si un niño tiene dependencia en las redes es porque hay problemas en su casa.
Tampoco considera que las redes sociales en sí, tengan un impacto negativo en los niños. “Sucede que en ese tiempo también están aprendiendo cosas. Es como la televisión que le enseña más vocabulario en el lenguaje, por ejemplo”.
Hace tiempo, la televisión y los temas que se difunden en ella son tratados en la escuela. Es una herramienta básica en el aula, podría suceder lo mismo con las redes sociales, formar parte de la currícula sugiere Guardia.
Guzmán aconseja, por ejemplo, que se descargue del internet cuentos interactivos, los libros álbum, el chat para comentar contenidos y otras estrategias para incorporar la tecnología en el aula.
La madre de familia Fabiola Mendizábal Rojas especifica que ejerce un control sobre el uso del celular en su hija de 8 años, cuando tiene tiempo. “Lo importante es que confío en ella”.
“Este es un mundo sin ley ni límites y hay que poner orden y darle un mejor uso”, dice Guzmán.
Rojas se muestra escéptico sobre propuestas de activistas digitales para convertir a las redes como un instrumento de la educación, “sucede que los administradores de las cuentas de Facebook y otras aprovechan la información privada para otros usos comerciales”.
“Lo importante es el cómo y el para qué”
La psicóloga clínica y docente de la UMSS Patricia Pessoe menciona tres preguntas para entender la ola de la redes sociales en los niños y adolescentes: ¿cómo, dónde y para qué? se utiliza esta tecnología.
Afirma que todo extremo es malo y no poner reglas, es un extremo.
CÓMO Es cierto que la ventaja mayor del celular, el Facebook y el WhatsApp es la comunicación inmediata y sin límites de tiempo y espacio, pero los papás deben explicar a los hijos al momento de darles un celular que hay peligros si no le dan un buen uso.
Pessoe se refiere a la violencia que se observa en las redes sociales donde se agreden verbalmente entre los usuarios. Y como la agresión ha sido a alguien que no se ve frente a frente, no hay sentimiento de culpa, y la culpa regula la sociedad. Entonces poco a poco se va perdiendo el respeto y se vuelve una conducta común.
“Antes, en mi consultorio atendía a los “pegadores”, a los alcohólicos, a los transgresores de la ley, Hoy recibo a alumnos que no toman, que son pacíficos, que se sienten marginados por eso”.
Agrega que, empezando de los papás, los adultos perdemos esa capacidad de inculcar valores. Los niños deben saber que no se debe hacer lo que no queremos que nos hagan.
DÓNDE La gente utiliza el celular en el bus, en el consultorio, en la calle o en el aula. No miran a su alrededor, a su compañero ni la realidad que hay alrededor advierte Pessoe.
“Hay familias, empezando por los papás, que en el almuerzo están sumergidos en los celulares. Hay más soledad de los niños que nunca, porque los padres se pasan más tiempo en la computadora. El juego quedó relegado”.
¿POR QUÉ? ¿PARA QUÉ? La gran parte de los escolares usan el Facebook para agredir, opina Pessoe. Coloca imágenes íntimas con su pareja y al segundo la fotografía se divulga con facilidad, por ejemplo, y sobre ella surgen comentarios.
La profesional advierte riesgo de deshumanización de las personas.
Convoca a los psicólogos y científicos a iniciar una investigación seria en Cochabamba, ver estadísticas, sus efectos y emitir alertas para los padres de familia y los maestros.
“Los hijos son nuestros más implacables jueces y queremos que ellos resulten buenas personas y conseguirlo será un premio, pero si terminan en un manicomio o en la cárcel, algo habrá pasado”, sentencia.
DATOS
Facebook
La historia de Facebook comenzó en la universidad americana de Harvard. Nació como una herramienta que permitía a los estudiantes permanecer en contacto entre ellos, intercambiar notas sobre cursos y organizar reuniones estudiantiles. En septiembre de 2006 se abrió a todo público, cerrando ese año con más de 140 millones de usuarios.
Después de crear una cuenta, el sistema dice qué contactos tiene un perfil en Facebook.
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