Tras lograr 7 millones de visitas con un genial cortometraje en YouTube, el director de cine uruguayo Federico Álvarez deslumbra en Hollywood con una nueva versión del clásico de terror “The Evil Dead”, apadrinada por su autor, el cineasta estadounidense Sam Raimi.
Todo comenzó de forma inesperada en 2009, cuando Álvarez colgó en Youtube “Ataque de pánico”, un cortometraje realizado solo “por el disfrute de hacerlo” y sin pensar jamás que sería la puerta de entrada a la meca del cine, afirmó en una entrevista con Efe el realizador uruguayo, de 34 años.
Aquel sobrecogedor relato, que con grandes efectos visuales presenta una invasión alienígena a Montevideo asombrosamente real pese sus 300 dólares de presupuesto, llamó la atención de las compañías Dreamworks, Fox y Warner, pero fue Raimi el que acabó convenciendo a Álvarez de trabajar con él.
El primer encargo del autor de la famosa saga de “Spiderman” ha sido una nueva versión de su ópera prima, una película que revolucionó el género de terror en 1981 y cuyo título fue traducido al español como “Posesión Infernal”, “El Despertar del Diablo” o “Diabólico”.
Álvarez, que se atrevió a reescribir el guión de la nueva versión de “The Evil Dead”, ahora titulada “Evil Dead”, remarca la gran sintonía que hubo con Raimi durante la elaboración del filme.
“Nos llevamos muy bien desde el día uno con Sam”, especialmente porque él veía que la forma de encarar la película “era muy parecida a lo que él hizo con la original”, manifestó el director uruguayo, que promociona estos días la película en su país antes de su estreno en Estados Unidos el 5 de abril.
En las notas de producción, Raimi tampoco escatima en elogios hacia el nuevo valor cinematográfico, al que califica de “gran director”.
“Quería que él fuera la persona que contara mi relato de terror a una nueva generación con imagen y sonidos perfectos, en la gran pantalla y visto por primera vez como siempre debió verse”, asegura.
Pese a ser un desconocido para la audiencia, a Álvarez el éxito no le ha llegado exactamente por casualidad.
De niño ya grababa historias con cámara doméstica, en “stop motion” (cuadro a cuadro) y usando figuritas de Playmobil, mientras llenaba sus cuadernos escolares de “storyboards” (guiones ilustrados) con relatos fantásticos, recuerda.
Luego trabajó de realizador publicitario en su país y rodó los cortos “El cojonudo” (2005), “El último Alevare” (2003) y “Los Pocillos” (2001).
Tampoco le impresiona el tamaño de la industria hollywoodense, donde el triunfo latino ya no sorprende.
“Nadie me preguntó en una reunión de trabajo de dónde era y si vivía allí o no. Ellos asumen que soy extranjero como hay muchos extranjeros trabajando en muchas áreas”, explica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario