martes, 11 de julio de 2017

¿Qué pasa con tus redes sociales cuando mueres?


Ya no basta con escribir testamentos, componer epitafios y comprarse un nicho. Si es de los que les gusta tener ‘todo bajo control’, debe pensar en qué va a pasar con su existencia digital después de su muerte.

Suena trágico pero es realidad y es bueno ocuparse de algunas cosas a tiempo. Por ejemplo, debe pensar en qué va a pasar con la información que ha puesto en la red, con sus redes sociales o, si es un ‘influencer’ famoso que gana dinero con sus posts y cientos de ‘likes’, debería tener en cuenta quién va a manejar su patrimonio online.

Mientras no existan leyes al respecto, hay empresas que ofrecen gestionar la información digital post mortem y los sitios más concurridos de internet, como Google o Facebook, han diseñado políticas de herencia digital que permiten elegir un administrador de la información una vez que el usuario haya fallecido.

Un memorial en Facebook
La red social de Mark Zuckerberg ofrece dos opciones: cerrar la cuenta o convertirla en una página conmemorativa, es decir que permite a otros usuarios dejar un comentario (a modo de libro de firmas) y seguir viendo la información que el difunto haya publicado en vida, pero nadie puede iniciar sesión en esa cuenta.

Ya sea para enterrar el perfil o convertirlo en un muro memorial (donde al lado del nombre de la persona dice “en memoria”), los familiares directos o una persona designada por el usuario, pueden llenar un formulario haciendo la solicitud por el servicio que prefieran.

En Instagram, que es de la misma compañía, el procedimiento es similar.

Google sabe casi todo
Gestionar su cuenta en Google es clave si quiere planificar su rastro digital, ya que el nombre de usuario y la contraseña permiten tener acceso a Google Drive, YouTube, Gmail y otros servicios (además del historial de búsquedas y hábitos de navegación).

La solución es configurar el ‘Administrador de cuentas inactivas’ para que cuando ya no estemos físicamente en este mundo, alguien de confianza tenga acceso a la plataforma y siga nuestras instrucciones al pie de la letra.

Esa persona recibirá un aviso cuando la cuenta esté inactiva durante mucho tiempo y lo dejará acceder a los contenidos que hayamos configurado en el Administrador. La herramienta permite, señala la revista América Economía, personalizar el tiempo de inactividad para enviar la alerta, el método de aviso y los contenidos a los que puede acceder el ‘heredero digital’, quien podrá descargar datos para no perderlos y luego borrar nuestra existencia digital.
En Twitter, se debe acreditar que somos un familiar o persona autorizada por el difunto para actuar en su nombre en la red social de los 140 caracteres.

Las ‘funerarias digitales’ se pueden ocupar de todo
Si no quiere nombrar a un encargado de su legado digital, hay plataformas que ofrecen ese servicio. Por ejemplo, Asset Lock es una especie de caja fuerte enfocada en guardar información sobre finanzas, planificación patrimonial, pólizas de seguro, contraseñas de cuentas, correo electrónico y su última voluntad y se libera a la persona que designes.
Tell Me Bye es un servicio para liberar información a un tercero hasta 48 horas después de su muerte y E-Z Safe permite escribir un último tuit.

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