miércoles, 10 de agosto de 2016

Lecturas sutiles La moda del “sexting”

Hablaremos de un tema que está empezando

a fluir sobre todo entre los jóvenes como una moda, una nueva manera de relacionarse,

hablamos del “sexting”.

De entrada podemos decir que la palabra deriva de la unión de –sex- (sexo) y –texting (envío de texto). Se trata de un neologismo que le da nombre a una moda efímera usada especialmente entre los jóvenes y adolescentes.

Básicamente describe la acción de enviar imágenes a través de la red que pueden ser de ellos mismos o en su defecto amigos o amigas con contenido erótico o sexual a través de sus teléfonos móviles.

La primera pregunta que nos podríamos hacer es si la modalidad del “sexting” es algo nuevo o podríamos pensar que son los nuevos medios que nos da la tecnología, que nos permite reactualizar viejas costumbres.

Desde el psicoanálisis, el sujeto deviene del discurso del Otro, donde la función de la mirada cobra un papel fundamental.

Desde la denominada adolescencia el sujeto comienza a buscarse en otras miradas, es por eso que muchas veces los hijos se quieren diferenciar de los padres, ya no quieren ser más solo reconocidos por esa mirada, por tanto comienzan a buscarse fuera en otras miradas; pero, para esto tienen que proyectar su imagen y lo que

reorganiza su mundo es la mirada del Otro.

Entonces el “sexting” aparece a mí entender como una nueva manera de posicionarse ante

la mirada del Otro que en muchos casos son anónimos. De esta forma, el sujeto intenta erotizarse a través de la búsqueda de esta mirada

-mostrando el cuerpo- posicionarse en la mirada de cualquier otro, buscando ser objeto de deseo. Es por eso que el Sujeto busca estar bien, arreglarse, verse bien, es interesante porque al final es una manera de recrearse en el otro.

La cultura te marca códigos. En alguna época, de pronto la manera de presentarse el hombre frente a la mujer debía responder a ciertos principios o normas que si lo cumplía a cabalidad te habilitaba para tener una relación sexual, ojo que con esto no quiero decir que lo de antes era peor o mejor, simplemente estos códigos van cambiando y responden a un tiempo.

Lo diferente hoy es que para generar deseo se debe de ser más provocativo tomando en cuenta que para aparecer en este espejismo de imágenes lo que se muestra en definitiva es la carne, es el cuerpo hecho carne. Y la fascinación por la tecnología facilita para que los jóvenes lleguen a cumplir

con este fin.

También

es llamativo pensar el vínculo entre el “sexting” y los largos periodos

de tiempo que tiene el adolescente en su cuarto o en un espacio propio. El tiempo es un indicador que te permite identificar la tendencia a multiplicar tus contactos sin la necesidad de desplazar el cuerpo por ningún punto de la ciudad.

Nada más irónico, puesto que nunca antes se había estado a la vez más solo y más conectado con otros. Sin embargo, es un buen momento para aquellos padres temerosos y ansiosos preguntarse si tener a sus hijos dentro de la casa garantiza mantenerlos fuera de peligro.



NOTA: Para cualquier consulta o comentario sobre la columna, contactarse con Claudia Méndez Del Carpio al correo claudiamen@hotmail.com

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