Los adictos a los selfies creen que son más atractivos de lo que los perciben otras personas en realidad. Así lo pone de relevancia un estudio de la Universidad de Toronto realizado entre 198 estudiantes universitarios, de los cuales un centenar eran hacedores de selfies con regularidad. El trabajo ha sido publicado por la revista Social Psychological and Personality Science.
Para su elaboración, pidieron a cada participante que se tirara una autofoto con la cámara delsmartphone, pero también que posara para una fotografía tomada por otra persona. Posteriormente, les hicieron valorar cada una de las dos imágenes, evaluando lo atractivos y agradables que sus amigos pensarían que son si compartieran esas instantáneas en las redes sociales.
A su vez, las fotos fueron calificadas por 178 miembros del público, que también tuvieron que evaluar los dos atributos citados y determinar lo narcisistas que podían ser las personas que aparecían en las instantáneas.
"Las personas que se hacen selfies generalmente sobre valoran los atributos positivos que difunden sus autofotos", comentan los investigadores. "Hemos encontrado que la gente que se toma selfies cree que estás imágenes les hacen parecer más atractivas y agradables que aquellas fotos que les tiran otras personas". Asimismo, los aficionados a estos autoretratos también son percibidos como "significativamente más narcisistas". Por su parte, los evaluadores externos ven estas imágenes propias como menos naturales que aquellas que les toman otras personas.
¿Por qué esta diferencia de percepción entre ambas clases de instantáneas? Hemos consultado a la psicóloga Beatriz Fernández Pablo para que nos lo explique. La experta nos cuenta que "se parte de la idea de que el concepto de belleza es subjetiva. El ser guapo depende del lugar donde estemos, el contexto cultural y nuestros estereotipos. Cuando yo me autoretrato lo que intento es retratar mi mejor yo, una imagen con la que me siendo más identificada y cómoda, pero si lo hace otro, puede que esa imagen no coincida con la que me gustaría mostrar.
En un selfie colocas la cámara, el encuadre y la luz para que potencie tus atributos. En esa foto juegas con lo que tienes, con lo que te gustaría, y con lo que imaginas que a otras personas les va a agradar", añade.
Además, Fernández apunta que "los likes suponen un refuerzo y se entra en ese círculo. Si con un selfie en el que hay una determinada cara o pose se obtienen muchos Me Gusta esa conducta tiende a repetirse y la persona se va a ver mejor de esa manera".
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