"Ve a botar basura", "ve a votar, basura", "aquel hombre sufre por una pérdida", "aquel hombre sufre por una perdida", son sólo algunos ejemplos de lo que es capaz de hacer la ortografía, dependiendo si las palabras están bien o mal escritas, dónde van las tildes y los acentos para que una frase se entienda de una o de otra manera.
Antaño la educación escolar ponía énfasis en la buena ortografía, se exigía que las palabras estén escritas de manera correcta, además se fomentaba la caligrafía para que no existiesen malos entendidos a raíz de alguna carta u otro documento.
En la actualidad, en colegios que se preciaban de ser prestigiosos por la calidad de educación que recibían sus alumnos en cuanto a conocimientos de matemática, ciencias y buena ortografía, no se aprecia más dicho panorama, porque ahora supuestamente se fomenta la lectura de comprensión, el análisis y el razonamiento que la repetición y el aprender de memoria ciertas reglas ortográficas, fórmulas matemáticas y de otra índole.
Algo que también ha fomentado que se tenga mala ortografía es el uso del chat en las redes sociales, porque para abreviar palabras por ejemplo se usa la K en lugar de la Q, en lugar de escribir "que" se pone "ke", "te kiero" por "te quiero", "no c" en vez de "no sé".
No obstante, es necesario saber usar las palabras y hacerlo de manera correcta, lo contrario podría originar malos entendidos.
Tanto en periodismo como cuando uno ejerce la docencia puede apreciar errores absurdos que pueden ocasionar malos momentos, aunque en ocasiones resulta hilarante el hecho de ver errores caricaturescos como se detectó una vez antes que de saliese a la luz pública, cuando en un informe policial el texto señalaba que "un camión impactó contra la humanidad", cuando se quiso decir que una volqueta atropelló a un ciudadano.
Muchas veces la corrección está en la sencillez de las palabras, pues por buscar términos rimbombantes cometemos fallas como decir que una persona propició (ayudar a que se realice una acción) un golpe a otra, en lugar de propinó (dar un golpe, una paliza o algo que causa dolor) un golpe.
Tenemos otro ejemplo de cuando no se escribe bien una oración, causa confusión: "este gran legado en óleo, aún se mantiene como un tesoro de la familia, cuyo anhelo es poder ser expuesta en la tierra natal", ¿la familia quería ser expuesta?, ¿deseaban que se exponga el legado?
También están las palabras homófonas, es decir que se escuchan igual pero se escriben diferente, no es lo mismo hola que ola, vaya que baya, o valla, papa que Papa o papá, y como estos existen muchos ejemplos.
Tampoco es igual decir "no nos lo contaron", que "no, no los contaron", pues la primera frase se refiere a que nosotros no nos enteramos de algo porque alguien olvidó contarnos, pero la segunda se refiere a que no se hizo el conteo de una cosa, un error bastante común en la gente cuando habla.
Como se puede ver, existen muchas formas de causar confusiones cuando se escribe con mala ortografía, gramática, sintaxis incorrectas, pero según estudios realizados por una universidad inglesa, aunque no se reveló el nombre de ésta, no importa el orden de las letras, pero es requisito indispensable que estén en su lugar la primera y la última letras para comprender un texto.
Intentemos leer el siguiente texto: "El retso peuden etsar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams". Esto se explica porque no leemos letra por letra sino una palabra en determinado contexto.
Otro experimento que suele realizarse es la sustitución de algunas letras por números que en su escritura se parecen, es un ejercicio para la mente, veamos el siguiente texto: "D105 T3 D4 L4 1NT3L1G3NC14 P4R4 L33R 3570, 51GU3 4D3L4NT3".
Teniendo la inteligencia como para superar esos juegos mentales, los humanos no deberíamos tener malos entendidos por culpa de la mala ortografía, pero lo cierto es que una coma o un acento pueden hacer la diferencia entre lo que se quiso decir y lo que se entendió.
Además, las tildes y los signos de puntuación se inventaron precisamente para darle cierta entonación a cada palabra y cuando uno escribe, más aún ahora que hemos entrado en la era del chat o conversaciones instantáneas que requieren de la escritura para que exista comunicación, para que no se malinterprete una frase, lo cual ocurre a menudo porque no le damos la debida importancia a la ortografía, a la gramática, la sintaxis.
Otro problema que se aprecia con bastante frecuencia en el lenguaje escrito es el atribuir a los objetos inanimados acciones de seres vivientes como "la droga pretendía ser distribuida", como si la sustancia pudiera tener intenciones, hacer peticiones o expresar deseos.
Un error también recurrente es cuando se expresa: "un vehículo de servicio público rojo", ¿el servicio público es rojo o el vehículo?, lo correcto sería escribir "un vehículo rojo del servicio público".
Podemos citar como una falla la redundancia: "nació un par de gemelos", "el lapso de tiempo fue corto", "una ingente cantidad de dinero", peor cuando en una sola frase se usa la misma palabra de manera reiterativa, "podemos poder presentar la presentación" o "realizaremos la realización", "se están edificando edificios" y otras frases por el estilo, que pueden resultar extremas pero suele ocurrir que las personas escriben de esa forma. Como se pudo apreciar a lo largo de esta nota, la buena ortografía, el escribir bien, conocer y respetar sus reglas puede evitarnos malos entendidos, confusión y problemas de toda clase, por lo que no está demás revisar las pautas que nos proponen los diccionarios de gramática y ortografía, y, recordarlas al momento de escribir.
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