Google decidió descartar las funciones de reconocimiento facial en sus nuevas gafas inteligentes, en un intento de aplacar los temores de que este dispositivo con cámara y conexión a internet tenga un efecto negativo sobre el derecho a la privacidad.
“No vamos a añadir una función de reconocimiento facial sin antes colocar fuertes medidas para proteger la privacidad”, dijo Google en un mensaje publicado en internet destinado a los desarrolladores de aplicaciones para el dispositivo.
En mayo, un grupo de legisladores estadounidenses pidió a Google que informara sobre las consecuencias del uso de las gafas en cuanto al derecho a la privacidad de las personas y sobre el “uso indebido de la información” con este dispositivo.
Ocho legisladores estadounidenses afirmaron en una carta que deseaban saber si “la nueva tecnología podría violar la privacidad del estadounidense promedio”. Algunos comercios pequeños en Estados Unidos prometieron vetar el uso de las gafas en sus establecimientos por los temores de que permitan de forma discreta tomar fotos o videos.
Facebook y Twitter ya lanzaron sus propias aplicaciones para Google Glass.
Varios grupos de medios también han desarrollado aplicaciones para los lentes inteligentes, que por el momento sólo están a disposición de los desarrolladores de aplicaciones y de un selecto grupo de “exploradores”, a un precio de 1.500 el par.
Los usos de estas gafas van desde tareas prácticas, como ir de compras o recibir informes meteorológicos locales, hasta actividades vinculadas al entretenimiento, como compartir secuencias de video en tiempo real o participar en juegos de realidad aumentada en la que el mundo es el tablero.
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