Hace unos meses, conocíamos los datos de un estudio realizado por Hui-Tzu Grace Chou y Nicholas Edge, de la Universidad de Utah (Estados Unidos), en el cual, se afirmaba que las personas que pasan más tiempo en Facebook tienen tendencias a ser más tristes o infelices.
Según esta investigación, el uso de este tipo de redes sociales, cambian la percepción que tenemos de nuestras vidas, de nuestros amigos y de nuestra familia y en un estudio realizado a estudiantes, se les preguntó cuántos estaban de acuerdo o en desacuerdo con algunas afirmaciones al estilo “la vida es justa” o “muchos de mis amigos tienen una vida mejor que yo”. A pesar de que estos datos, no fueron especialmente decisivos, los investigadores sí percibieron que surgía un patrón muy interesante. Y es que cuanto más tiempo pasaban las personas en Facebook, más creían que los demás tenían una mejor vida.
Un estudio similar realizado por la American Academy of Pediatrics, revelaba cómo muchos niños y adolescentes podrían desarrollar la llamada “Depresión Facebook”, al ser abrumados con actualizaciones de felicidad de los demás.
Cheryl Kirstein, docente de psicología de la University of South Florida, también encontraba muchas similitudes entre el uso extremo de medios de comunicación con otras conductas adictivas. “La adicción en general, es la dependencia de algún tipo de droga o entrada para el cerebro que crea deseo o necesidad de la misma, e incluso experimentar el síndrome de abstinencia por hablar con nuestros contactos y amigos a través de las redes sociales”.
El desarrollo de las nuevas tecnologías ha favorecido su rápida implantación en nuestras vidas. La irresistible posibilidad de acceder a Internet en cualquier momento y lugar ha propiciado el auge de las redes sociales. Ahora cualquier hecho de nuestra vida es susceptible de ser compartido, por irrelevante que sea. Esta práctica ha llegado incluso a generar casos de dependencia, que pueden asemejarse a la creada por hábitos como por el ejemplo el tabaco o el alcohol.
Aunque todas estas conclusiones puedan resultarnos sorprendentes, los cierto es que todos conocemos a alguien que debe revisar su Facebook cada cinco minutos para interactuar a través de sus páginas de forma permanente. ¿Quizás puede que a ti también te pase? ¿Te consideras un adicto a las redes sociales?
Es cierto que las redes sociales han cambiado muchos de nuestros hábitos diarios y cotidianos. El uso de las mismas no implica que por ello suframos ningún tipo de adicción, pero quizás deberías planteártelo muy en serio si eres de los que reúne algunos de estos síntomas.
Los síntomas
• Tu primera acción al despertar, todavía en la cama, es buscar a tientas tu smartphone, que duerme siempre a tu lado. Acto seguido consultas tus perfiles sociales, para ver tus nuevos seguidores en Twitter y los comentarios e interacciones de tus amigos a tu última publicación la noche anterior,justo antes de cerrar los ojos.
• Una cita romántica no puede ser tal hasta que no hayas publicado en tu Facebook tu estado, en forma de emoticono con gran sonrisa, junto con la foto de tu precioso ramo de rosas, o del apetecible postre que comerás.
• Una noche de juerga no es realmente divertida y memorable sin el posado de rigor, en el sitio de moda, con tu copa en la mano.
• Toda tu vida queda registrada en el mundo 2.0. Haces “check” in cuando sales de casa, al llegar a la cafetería de la esquina, subes la foto de tu desayuno a Instagram. • Vuelves a hacer “check in” a la entrada de la oficina, y cuando vas de camino al gimnasio. Para seguir tus movimientos no hace falta contratar a un detective.
• Todo te gusta, lo marcas como favorito o lo pineas. Incluso tus propias publicaciones, padeces de interactividad compulsiva.
• Dentro de tu propia casa, prefieres mandar un mensaje al móvil para dirigirte a tu pareja, que está en la otra habitación.
• Cuando durante una comida familiar tu hermano te pregunta cómo estás le diriges a tu muro de Facebook, para obtener su respuesta.
• Si te preguntan qué piensas sobre una persona, le describes en función de las redes sociales en las que está, su número de seguidores o cuántas veces retuitea al día.
• Los términos hashtag, trending topic o follower son parte integrante de tu vocabulario cotidiano. Dominas la jerga con más soltura que la tabla del 1.
• Realmente sufres cuando falla el 3G o el WiFi.
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