CuandoInstagram cerró la cuenta de Rihanna por sus escandalosas publicaciones muchos se echaron las manos a la cabeza. Pero si el perfil que censuran es el de una mujer anónima, todo puede quedar en una mera anécdota personal.
El problema surge cuando esta mujer cuenta que ha sido vetada por publicar una foto de las marcas de su cuerpo tras dar a luz a dos hijos, lo que hace reaccionar a gran parte de la comunidad 'instagramer'.
Así lo asegura la protagonista, Hannah Moore de 20 años, al Daily Mail, quién compartió una imagen de las marcas y estrías de su abdomen (fruto de haber dado recientemente a luz a sus gemelos), junto con el comentario: "Nadie debe ser juzgado por su talla, ya que todo el mundo es hermoso". Dos minutos después la foto fue eliminada por Instagram, por considerarla "contenido inapropiado por su desnudez y violencia", tal y como le notificaron a Hannah.
Esta y otras decisiones, como la de borrar imágenes de madres dando el pecho, han hecho surgir varios movimientos contra el baremo con el que la red social -en la que se congregan más de trescientos millones de usuarios superando a Twitter- mide lo que es o no es 'apropiado'. Tras hashtags como #Brelfie y #Freethenipple muchos han levantado la voz en Instagram. Ahora #LoveYourLinesllena los 'timelines' de muchos usuarios con imágenes de cicatrices y otras marcas naturales en el cuerpo femenino (y masculino).
Y es que más allá de las tallas, estas 'imperfecciones' de la piel son la causa del complejo estético de muchas mujeres. Carme Chaparro en su columna 'Piedras en la ventana' lo contaba hace unas semanas: "Tengo amigas tan avergonzadas por sus estrías que no se cambian nunca de ropa -ni siquiera en el gimnasio- delante de otras personas. Otras no volverán a llevar un biquini, porque el embarazo les dejó la tripa llena de ellas". Estos complejos son fruto de la idealización de la mujer que se refleja en la publicidad y contra esto se lucha desde movimientos espontáneos a campañas internacionales.
'Celebrities' como Chrissy Teigen, muestran con orgullo sus piernas al natural, o Lena Dunham quién deja claro que el 'thigh gap' (ese espacio entre los muslos que obsesiona a muchas mujeres y que hasta algunas se crean con Photoshop) no le preocupa ni lo más mínimo.
Esta última, una de las principales voces del movimiento feminista de la industria del cine y la televisión americana, ha hecho de su cuerpo una herramienta para demostrarlo. Dunham no duda en compartir fotos como este último 'selfie' en ropa interior acompañado del siguiente comentario: "Me encanta mi conjunto de Lonely Girl creo que lo llevaré para cenar con unas botas y una sonrisa, porque somos muy afortunados de ser libres".
No es coincidencia que además, la firma del conjunto de lencería de Dunham sea LonleyGirl, una marca que se define así: "Para las mujeres que usan ropa interior como una carta de amor a sí mismas"; y apuesta por mostrar sus prendas a través de la imagen de sus clientas reales en un diario fotográfico: The Lonley Girls Project.
Y es que la tendencia de dar visibilidad a los cuerpos reales viene de lejos en los últimos tiempos, y gracias a las redes sociales ha adquirido mucha más fuerza.
Campañas como el #IMNOANGEL de Lane Bryant, en la que se reunió a varias de las modelos 'plus size' del momento, Ashley Graham, Marquita Pring o Candice Huffine, y que plantaba cara al canon de belleza establecido en los anuncios y catálogos de ropa interior ofreciendo una alternativa igual de sexy y más cercana a la realidad, fue un éxito viral a nivel mundial. Como la Barbie con estrías y celulitis que despertó muchos comentarios, o las empleadas-modelos de ModCloth.
Ante todo este movimiento la industria de la moda ha reaccionado rápidamente: las pasarelas de tallas grandes son ya una cita más del calendario 'fashionista', las modelos 'curvies' ocupan la portada de muchas cabeceras de moda y las marcas apuestan por crear colecciones y líneas específicas para el mercado 'plus size'.
EInstagram tampoco ha podido hacer oídos sordos y por ello la red social ha revisado su normativa, tal y como señaló al Washington Post Nicky Jackson Colaco, directora de política pública de Instagram: "Las fotos de cicatrices post-mastectomía y mujeres dando el pecho se permiten", detalla, "la desnudez en fotos de pinturas y esculturas, también."
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