Las selfis o autorretratos no son recientemente comunes, son populares desde que nacieron las cámaras fotográficas —aunque con menos tecnología—. Fueron utilizadas por cientos de personajes, aficionados y celebridades en todo el mundo.
Su uso es ahora desenfrenado en las redes sociales, unas como arte, otras experimentales; las hay históricas y también provocativas, y hasta las que causan risas.
Sin embargo, aunque autorretratarse puede ser divertido, se necesita buen juicio y cordura. Toma en cuenta estas siete situaciones en las que nunca debes tomarte una selfi.
Muéstrale al mundo tu buen sentido del humor, tu valentía, tu carisma y sensatez, aunque no seas perfecto. ¡Autorretrata tu verdad!
NUNCA para molestar
Es de mal gusto tomar una selfi y enviarla a alguien para molestar, lastimar sus sentimientos o dañar su reputación.
NUNCA las riesgosas
No tomes una selfi en momentos de inseguridad o de peligro: en una carretera conduciendo tu vehículo o desde una ventana muy alta o al borde de un precipicio; primero es tu seguridad y tu vida.
NUNCA las irrespetuosas o en situaciones que se falte al respeto
Evita las selfis en situaciones que den señales obvias de falta de respeto. Hay infinidad de ejemplos: un museo o un mural memorable, un hospital, una estatua digna y orgullosa, un lugar de desastre natural, el interior de una iglesia —especialmente si está prohibido sacar fotos— o durante una ceremonia en la que se honra a oficiales caídos, en zonas en las que se lleva a cabo una marcha de protesta, o delante de gente que perdió su hogar.
NUNCA las demasiado íntimas
Aunque pudieran ser entretenidas, algunas selfis son íntimas, muy personales; como la definición lo indica “relativo a la intimidad”. Es inapropiado compartirlas con el resto del mundo.
NUNCA en exceso
Tampoco es aconsejable exagerar en los medios sociales saturando el envío de autorretratos de todos y cada uno de los aspectos de tu día. Cualquier exceso se convierte en un agotador esfuerzo y abruma a la gente. Elige un buen autorretrato, auténtico e interesante.
NUNCA en funerales
No seas insensible en los momentos difíciles, aunque sea tu primera vez asistiendo a un funeral. Los dolientes no están de humor como para hablar, menos para autorretratarse. Un funeral no se trata de ti, sino de la persona fallecida, así que enfócate, apaga el celular, estás allí para apoyar a los afligidos.
Pilar Richardson escribe la columna Señora Etiqueta, donde comparte sus conocimientos sobre etiqueta y protocolo, normas para una grata interacción social.
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