El mánager Jherson Romero anuncia ceremonioso que el artista se atrasará. Y sí, tras unos siete minutos de espera, Elías Ayaviri se pone delante de la cámara de la computadora, enciende el audio de la reunión Zoom y con una voz suave dice: “Hola, hermano, disculpa el atraso”.
Luce tranquilo, casi como si estuviera en una terapia de yoga. Luce como lo que es, un joven de 24 años a quien le gusta la tecnología y habla con pasión de la música; a ratos cuesta creer que es capaz de despertar la (casi) locura de cientos de jóvenes que van a sus conciertos o que lo siguen en redes sociales. Ahí donde se lo ve, es una estrella del firmamento de internet y lo sabe.
Las cifras hablan por sí solas. Su canción Lloré y te superé fue reproducida 39.833.359 veces en su cuenta oficial de YouTube (hasta la mañana del viernes 17 de septiembre); es como si toda Bolivia hubiera visto al menos tres veces esa canción que habla de un amor no correspondido. El tema también fue replicado por millones en otras cuentas.
Dos botones son el reconocimiento de YouTube al éxito de Elías con sus seguidores.
Su sonrisa, como su voz, igual transmite paz. Habla de Lloré y te superé: “Esa canción tiene casi 40 millones de vistas y ni siquiera tiene un videoclip. Se trata de una canción sencilla del género romántico que ha pegado harto en México”. Según los datos de internet, el mayor número de seguidores de Ayaviri está en el país azteca, aunque también tiene fans en Argentina, Perú y otros países de la región. Su fanaticada boliviana suma apenas un 15% del total. “Estamos trabajando en posicionarnos en mi país, Bolivia. Yo de verdad me siento muy orgulloso de todo esto y siempre en mis canciones menciono la frase ‘Desde Bolivia para el mundo’”.
Sí, es orgulloso de sus raíces, habla con cariño de su familia. “Mi papá es de Oruro y mi mamá es de Potosí. Ellos se vinieron a Sucre y ahí es donde yo nací, en Sucre. Ellos son comerciantes, mi papá viajaba por los pueblos vendiendo”. Las dos personas que le dieron la vida viven en el poblado chuquisaqueño de Padilla y él radica en la capital.
Es un decir que radica en Sucre porque viaja la mayor parte del tiempo. Recientemente estuvo en El Alto, luego fue a Oruro, de ahí a Sucre y al Chapare, otra vez a Sucre y de nuevo a La Paz. Su agenda sigue llena para los días y las semanas venideras.
Las presentaciones en vivo lo tienen ocupado. Hasta hace unas semanas se dedicaba a hacer composiciones por WhatsApp a pedido de sus fanáticos y ahora le falta tiempo. Tenía tarifas para Perú, Estados Unidos, Guatemala, México y Bolivia. El mensaje en su publicidad aún queda y anuncia: “Cada canción la hago muy especial, con todos los detalles que quieras decirle a esa persona”. Se hizo famoso en WhatsApp por cantar declaraciones de amor, pedir perdón por engaños o decir adiós a una pareja.
Dejó de hacer aquellas piezas personalizadas y más se la pasa haciendo videos en TikTok. “En esa red social nos está yendo muy bien, ahí hago contenido musical y tengo aproximadamente 700 mil seguidores”. En esta red social publica casi a diario y sus posteos pueden llegar al millón de vistas, casi sin novedad.
Eso sí, donde triunfa más es en YouTube. En su departamento tiene dos botones (que en realidad son placas); el primero se lo dieron en 2015, cuando consiguió más de 100 mil seguidores, y el segundo botón es reciente, al superar el millón de seguidores.
Este reconocimiento, como muchas otras cosas, lo llena de orgullo. “No te dan dinero pero sí te mandan una carta que es muy interesante. Esa carta la hace el CEO (Oficial Ejecutivo en Jefe) de YouTube Estados Unidos. Estas placas no son de oro ni nada, no sé de qué material serán”. En esa red Elías ya tiene 2,3 millones de suscriptores.
Aprendió a monetizar su presencia en las redes sociales y hace presentaciones en vivo y directo. Nadie le enseñó a sobrevivir en este mundo artístico, él fue aprendiendo solo, hoy tiene todo un equipo que está detrás de su imagen.
“Ahora mismo somos como ocho personas en el equipo. Hay un productor de video, el que edita mis TikToks, tengo igual a otra persona que es la que me da ideas para crear contenido en Facebook; el editor de fotos hace posters y mi representante es Jherson, la verdad es que me siento feliz. Antes estaba solo y ahora estoy con todos ellos. En equipo todo funciona y solo no lo hubiera logrado”.
Lejos quedaron aquellos años en los cuales usaba su nombre bíblico verdadero, Eliecer. “Venimos de una familia evangélica, mi papá era músico pero él siempre tocaba para él y sus amigos, con sus charangos. Él me enseñó a tocar guitarra desde niño, pero nunca me enseñó a cantar. Yo en la iglesia tocaba la batería desde mis cinco años, creo que lo hacía muy bien porque el pastor de la iglesia me decía ‘ven y sé parte del ministerio de alabanza’”. Allí estuvo hasta sus 11 años.
A los 14 años subió su primera composición musical a YouTube, Amor de madre. Acabó el colegio y fue a por uno de sus sueños de adolescente: ser comunicador social. Estudió en la Universidad San Francisco Xavier y llegó a tercer año, hasta que la música ganó la pulseta al estudio. De aquella época, Elías recuerda que aprendió muy poco del área digital que a él lo apasionaba y lo apasiona, mientras que en la casa de estudios superiores lo llenaban con clases políticas y teorías. “En algún momento tengo que volver a la universidad”, sentencia.
Siendo menor de edad era un hit en redes sociales. Solía ser el invitado especial en las fiestas de 15 años. Luego se centró más en presentaciones en vivo, pero en 2019 llegó la pandemia para cambiar la vida a él y al mundo.
Recluido en casa encontró en TikTok una forma de seguir con su pasión musical. En la actualidad ya tiene un ritmo de vida que le hace feliz.
A ratos no es consciente de su éxito, hasta hace poco iba a presentaciones acompañado de su equipo de trabajo y recuerda que en un boliche un tipo se le acercó y le dio una trompada. Desde entonces quienes lo contratan también le dan seguridad personal.
Hubo un tiempo en que soñaba conquistar los medios de comunicación, incluso se presentó al programa Cantando por un sueño… y fue eliminado. Hoy dice que vive para sus fanáticos, pues millones de personas en Latinoamérica están pendientes de sus historias en Facebook, Instagram y YouTube.
La charla en Zoom llega a su fin, el artista afirma que estará atento a esta publicación. Está ilusionado con su historia.
El futuro
Colaboraciones Uno de los objetivos de Ayaviri es ayudar a los artistas que deseen triunfar en el rubro musical. Recientemente hizo trabajos con algunos de ellos. Ayaviri cree mucho en el talento del artista Yarit.
Tiktokers El músico también suele participar en encuentros nacionales de tiktokers en diferentes ciudades del país, por eso está de viaje constantemente. Eso sí, a pesar de su éxito en las redes, él no se considera un influencer.
Millones en redes
El artista sucrense tiene al menos una década en las redes sociales, especialmente en TikTok, YouTube y Facebook. Su público, en su mayoría es extranjero.
39,8 millones de vistas tiene la canción Te lloré y te superé en YouTube. La composición de Elías fue realizada durante la pandemia y no cuenta con un videoclip, como la mayoría de sus piezas musicales.
24 años tiene el artista que subió su primera interpretación musical a YouTube 10 años atrás, la pieza la dedicó a las madres. Posteriormente publicó otras canciones para las madres.
2,3 millones de seguidores tiene en su cuenta de YouTube. Debido a su éxito en esta red social, él recibió dos reconocimientos del CEO de Estados Unidos; ambas plaquetas están el departamento de Elías, en Sucre.
2 millones de vistas en YouTube tiene la última interpretación de Elías Ayaviri. Esta cifra se consiguió en una semana. La interpretación se llama Todavía tienes derecho y en el video también participan Yarit y Seximan.
4 hermanos tiene Elías Ayaviri. Uno de ellos es su productor de videos , en tanto que uno de sus sobrinos participa con el artista en algunos de sus videos de TikTok. Su familia lo apoya constantemente en el trabajo que realiza.
1 posteo diario, al menos, realiza Elías Ayaviri en sus redes sociales. Hace todo lo posible por leer los mensajes que le dejan y en algunas ocasiones logra responder a sus fanáticos.