lunes, 24 de octubre de 2011

Biografía muestra a Jobs "irritable, brusco y muy perfeccionista"

"Budista", "poco amante de las duchas", "no era cercano ni alegre", "perfeccionista, irritable y brusco" y demás expresiones son las que usó Isaacson, autor de Steve Jobs, la biografía, para describir al gurú informático.

"Podía ser muy mezquino con la gente en ocasiones. No importaba si era a una camarera en un restaurante o a un chico que había estado toda la noche codificando, él podía ponerse delante y espetarle: «Lo estás haciendo todo mal. Esto es horrible»", ilustró Isaacson sobre Jobs durante una entrevista con la cadena estadounidense CBSen la que presentó el libro.

"Sólo quiero estar con gente que aspira a la perfección. Y ese es quien soy yo", aseguró que solía repetir a sus empleados de Apple, e indicó que era "uno de los gerentes más temibles del mundo".

Pero la búsqueda de Jobs por la perfección le vino, en parte, a través de su padre adoptivo, Paul Jobs, que le enseñó "cómo hacer grandes cosas", según Isaacson.

En el libro Steve Jobs, la biografía, Isaacson revela que el cofundador de Apple seguía una dieta macrobiótica, aunque sobre el final de su vida se arrepintió de haber retrasado una operación por su cáncer pancreático por confiar en la medicina alternativa.

La obra está disponible en inglés para la mayoría de los países a través de iTunes y otras tiendas online para leer en libros o dispositivos electrónicos. También se consigue, desde el lunes, en las librerías o mediante Amazon. A Latinoamérica llegaría sobre el final de la semana.

Isaacson cuenta que Jobs comenzó en los 60 con una combinación de estrictas dietas y el consumo de LSD, que según él lo ayudaban a centrarse en la creatividad y a olvidarse del dinero.


La biografía narra también su enfrentamiento con los ejecutivos de la compañía antes de ser despedido en 1985: Jobs los acusaba, por entonces, de ser "corruptos" y carecer de valores ya que "sólo les importaba el dinero".


También deja ver la difícil relación de Jobs con Eric Schmidt, el ex director general de Google e integrante de la junta directiva de Apple de 2006 a 2009, quien dejó la compañía que tiene a la manzana como ícono justo cuando Google y Apple estaban compitiendo por el mercado de los smartphones.


"No descansaré hasta morir si es necesario y gastaré cada centavo de los 40 mil millones de Apple en el banco para arreglar esto. Voy a destruir Android (el sistema desarrollado por Google), porque es un producto robado, estaría dispuesto a comenzar una guerra termonuclear por esto", disparó encolerizado en una ocasión Jobs, según el biógrafo.

En otro tramo, la obra cuenta que Bill Gates fue una de las últimas personas que Jobs quiso ver en su vida, y que después de la cita comentó con su biógrafo lo feliz que veía al creador de Microsoft ahora que se dedicaba a las obras benéficas: lo apreciaba y admiraba su "increíble instinto de qué funciona", aunque no tenía buena opinión creativa de él, sostiene Isaacson.

Para escribir el libro, el periodista realizó una serie de entrevistas a Steve Jobs con su permiso para luego publicar, algo que el informático aceptó porque "quería que sus hijos comprendieran el motivo de sus ausencias".

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